Millenials y Gen Z están hartos de responder llamadas en el celular porque "te atrasan en tus tareas": prefieren textear

Jovenes Evitan Llamadas
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Las personas de entre 18 y 34 años ya no responden al teléfono. Una encuesta realizada por el sitio británico Uswitch a 2,000 personas reveló que, en su lugar, la Generación Z y los millennials jóvenes prefieren otras formas de comunicarse. Entre las más populares se encontraban las redes sociales (48%) y los mensajes de voz (37%).

Los jóvenes encuestados incluso admitieron que ignoran las llamadas entrantes y responden con un mensaje de texto o buscan el número en línea cuando no lo reconocen.

En contraste, solo el 11% de los mayores de 55 años prefieren las redes sociales sobre las llamadas telefónicas y solo el 1% de las personas de entre 35 y 54 años opta por los mensajes de voz.

Sin embargo, los mensajes de texto siguen siendo la opción preferida. De acuerdo con la encuesta, casi dos tercios (61%) de las personas de entre 18 y 34 años encuestadas prefieren recibir un mensaje en lugar de una llamada.

Esto no debería resultarnos del todo extraño si consideramos que se trata de individuos que han crecido en la era digital y rodeados de formas alternativas de comunicación como los mensajes SMS o la mensajería instantánea.

Gen Z Mensaje Texto

Llamadas telefónicas = malas noticias y ansiedad

Y es que uno de los motivos principales los encuestados argumentaron para su aversión a las llamadas telefónicas fue la preocupación por el spam o por recibir una llamada fraudulenta. Además, un 56% de los encuestados dijo relacionar las llamadas telefónicas inesperadas con malas noticias.

La psicoterapeuta Eloise Skinner explica que, a medida que nuestras vidas adultas se vuelven más ajetreadas, tenemos menos tiempo para llamar a nuestros seres queridos y solo charlar con ellos. "Las llamadas telefónicas, entonces, quedan reservadas para las noticias importantes de nuestras vidas, que a menudo pueden ser complicadas y difíciles", señala.

De hecho, una encuesta realizada por BankMyCell reveló que el 81% de los millennials jóvenes admitió experimentar ansiedad antes de animarse a hablar por teléfono.

Pese a esto, tanto los millennials como los Gen Z seguirán hablando por teléfono. Sin embargo, ante la premisa de que una llamada inesperada solo es señal de malas noticias, los jóvenes prefieren que las conversaciones telefónicas estén planeadas con antelación.

Los jóvenes creen que una buena razón para llamar por teléfono es para comunicar algo agradable. En ese caso, el 46% de los encuestados admitió que se sentiría ofendido si sus amigos no les llamaran para anunciar una buena noticia.

Pero las personas también llaman para apoyarse unas a otras y mostrar empatía. El 57% de los encuestados dijo que estaría dispuesto a llamar para informar a alguien de una muerte, y un 56% señaló que lo haría para "mostrar apoyo" a alguien que está pasando por un momento difícil.

¿Hasta qué punto la fobia a las llamadas telefónicas en la vida personal afecta la vida laboral?

Gen Z Llamada

Henry Nelson-Case es un abogado y creador de contenido de 31 años cuyos sketches giran en torno a los pequeños dramas cotidianos de la vida millennial, especialmente en el trabajo. Para él, los motivos que vuelven a una llamada telefónica tan odiosa son la ansiedad asociada con las conversaciones en tiempo real, la incomodidad potencial, no tener las respuestas y la presión de responder inmediatamente.

La psicóloga Elena Touroni explica que "las llamadas telefónicas requieren más exposición y un mayor nivel de intimidad, mientras que los mensajes son más distantes y permiten conectarse sin sentirse vulnerable o expuesto".

Por su parte, James Holton, un empresario mayor, nota que sus empleados jóvenes evitan las llamadas, usando excusas como tener el teléfono en silencio o desviar las llamadas.

Sin embargo, ha sabido adaptarse y respetar la preferencia de sus empleados por los mensajes de texto.

Para Eloise Skinner, esta preferencia por la comunicación no verbal y la tendencia a trabajar desde casa podría hacernos "perder el sentido de cercanía o conexión con otras" personas. "Cuando nos comunicamos verbalmente nos sentimos más alineados, emocional, profesional o personalmente", apunta.

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