La ciudad de Palenque (Chiapas) llamada en su época de mayor esplendor Lakam ha' (Lugar de las grandes aguas) fue abandonada en algún momento de su historia, hasta ahora, se creía que parte de las razones de ese declive tenían que ver con la gran cantidad de población y los excesos en la explotación de los recursos naturales.
Para esclarecer un poco el misterio en torno al abandono de esta gran ciudad, el investigador Carlos Miguel Varela Scherrer, echó mano de estudios paleoetnobotánicos y zooarqueológicos, que le llevaron a descubrir que de acuerdo con el modo de vida de los antiguos mayas, ninguna especie de flora o fauna de la que dependieran para vivir, escaseó o se extinguió en la época en que se calcula pudo ser el éxodo de los mayas entre el 600 y el 850 DC.
Para el arqueólogo Carlos Varela, los mayas y muchos otros asentamientos humanos de la antigüedad, habían aprendido a dominar los ecosistemas, poniéndolos a trabajar para ellos, sin llegar a la sobre explotación que actualmente se experimenta en diversas partes del mundo, por ejemplo en el Amazonas.
En los estudios que hizo el arqueólogo, se ha encontrado una cantidad importante de especies de árboles y plantas útiles tanto como medicina, como alimento o forraje, construcción de herramientas, colorantes, etc, que han quedado insertas en los pueblos actuales que rodearon a la antigua Palenque.
Cuando Carlos empezó a estudiar la ciudad vecina de Chinikihá, se dio cuenta de que los nobles controlaban el acceso que tenía la población a los venados, como una forma de ejercer su poder, y que además ese patrón fue constante en las Tierras Bajas Mayas. Posteriormente se descubrió que la presencia de venados era un indicador de que había asentamientos humanos próximos y además de que ya se practicaba la agricultura.
Desde hace muchos años, en las comunidades mayas se practica la siembra, roza, tumba y quema, lo que ha permitido tener una diversidad de cultivos, también el que haya tierras que ya se encuentran en descanso desde hace más de 30 años y se vuelven nuevamente bosque. Por otra parte, algunos de los cultivos eran destinados específicamente a la atracción de los mamíferos que cazaban tales como tepezcuintle, armadillo, venado cola blanca, al acercarse estos a los sembradíos, la cacería se volvía mucho más sencilla. Así es como el arqueólogo relata sus hallazgos:
Con esta información, podemos señalar que el territorio presenta, en un periodo de mil años, las mismas prácticas de subsistencia, enfocadas principalmente en la milpa y siendo complementadas con la cacería, la pesca y la recolección. Durante toda su ocupación, la antigua Lakam ha’ (hoy Palenque) y los sitios secundarios de la región no presentan un declive en sus recursos faunísticos, corroborando que el sistema de sustento empleado por sus habitantes fue parte esencial en la biodiversidad de la zona.
Después de más de una década de estudiar a las comunidades chol y tzeltal que aún se encuentran en esa zona de Chiapas, comparando lo relatado por los campesinos actuales con los hallazgos zooarqueológicos, se comprobó que al menos las prácticas de cacería y agricultura se han mantenido inalteradas desde la época de los antiguos mayas.
Esto sería contrario a la hipótesis anteriormente vigente que sostenía que un exceso en la población por la prosperidad de la ciudad, habría vuelto insostenible la forma de vida y con ello llevado al abandono de la antigua ciudad de "Lakam ha'", sin embargo, el misterio sigue vigente.
Imágenes | INAH
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