Un agüita de jamaica para acompañar la comida... se me antoja mucho la verdad, y ahora más después de que se ha anunciado la creación de un fitofármaco a partir de los antocianos de la flor de jamaica, cuyo nombre científico es Hibiscus sabdariffa. Un dato curioso es que desde tiempos prehispánicos se conocía el efecto antihipertensivo de la jamaica, sin embargo no se sabía cuál era el agente activo que daba este efecto.
La jamaica es utilizada en la gastronomía en agua, infusión, como elemento que aporta color y sabor a las ensaladas y hasta en salsas, pero también tiene dos compuestos que actúan sobre la producción de una enzima que contribuye a la regulación de la presión sanguínea en personas con hipertensión. En México hay más de 22 millones de personas mayores de 20 años que padecen esta enfermedad, y de ellos casi 6 millones se controlan con medicamento, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de 2012.
La persona detrás de esta investigación es la doctora Laura Patricia Álvarez Berber del Centro de Investigaciones Químicas de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM). Fue en el año 2009 cuando Deyanira Ojeda Ramírez bajo la dirección de la doctora Álvarez Berber, pudo aislar los metabolitos secundarios conocidos como antocianos que no solo le dan el característico color rojo a la flor de jamaica, sino que también inhiben la enzima convertidora de agiotensina (ECA). La angiotensina al liberarse hace que los vasos sanguíneos se contraigan, influyendo directamente en la presión arterial.
El fitofármaco se elaboró a partir de los antocianos en el Centro de Investigación Biomédica del Sur del IMSS, sin embargo aún no está a la venta. Pero lo mejor de todo esto es que la jamaica aún en agua como la preparamos comúnmente, también tiene efectos positivos para personas hipertensas, incluso algunos estudios clínicos señalan que podría sustituir los tratamientos actuales. Además los antocianos han comprobado que siguen siendo efectivos incluso después de algún tiempo almacenados en un anaquel, o de que el agua de jamaica haya sido refrigerada.
Las culturas prehispánicas tenían su medicina fundamentada en las plantas, flores y frutos, hoy es el momento de utilizar la ciencia para comprobar sus bondades y por qué no, aspirar a tener una medicina tradicional que le haga competencia más frontal a las farmacéuticas, con productos naturales que influyan positivamente en nuestra salud.
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