De acuerdo con estadísticas del INEGI en el año 2015, de cada 100 defunciones 15 tenían como causa la Diabetes, es por esto que además de programas de prevención a nivel nacional como la campaña Chécate, mídete, muévete de la Secretaría de Salud, hay investigadores como Josué Jiménez Vázquez, estudiante del doctorado en Tecnología Avanzada del IPN que están poniendo sus conocimientos en práctica para atacar este problema de salud pública.
Josué se encuentra desarrollando un páncreas bioartificial a partir de la ingeniería de tejidos biocompatible y biodegradable, que anteriormente utilizó para generar un "sustituto" de piel, mientras realizaba su maestría.
La creación de este páncreas bioartificial no está exenta de retos, ya que primero se debe lograr el transplante de islotes pancreáticos sin activar la respuesta inmune del cuerpo a los islotes que se implanten al paciente.
Sin embargo, Josué se muestra optimista ante los avances que se han realizado en la ingeniería de tejidos pues ya se ha logrado hacer varios tejidos u órganos de reemplazo para otras afecciones. Su sueño es que en un futuro próximo pueda desarrollarse en un laboratorio un órgano completo y funcional que pueda ser implantado en la persona que lo necesite.
Aunque el avance de la investigación apenas va en un 40%, ya cuenta con una estructura nanométrica muy semejante a la que se encuentra en la matriz extracelular de los tejidos del cuerpo, así que con este nuevo tratamiento, el páncreas bioartificial provee un medio semi-permeable donde se colocarán los islotes pancreáticos, de manera que se encuentren protegidos contra las respuestas inmunes del cuerpo, pero permitiendo que lleguen a ellos los nutrientes, oxígeno, insulina y desechos.
El siguiente paso es ya con estos islotes puestos en su sitio, agregar células humanas a esta base que puedan producir insulina y a su vez sean capaces de reparar las células del páncreas que se encuentran dañadas.
Josué no ha sido el único investigador mexicano que desea crear un páncreas artificial, de hecho hay otras iniciativas aunque son un tanto distintas.
El futuro de la ingeniería de tejidos es muy prometedor, pues Josué espera que pronto se puedan crear también hígado, pulmón y riñones como órganos de reemplazo.
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