Xibalbá es el nombre del inframundo en maya, los cuerpos de los sacrificios humanos eran arrojados a cenotes donde se creía estaba la conexión con el inframundo y ahí emprendían su viaje sin retorno al mundo de los muertos.
Xibalbanus tulumensis es el nombre del primer crustáceo venenoso del mundo, único entre setenta mil especies de crustáceos y fue encontrado en una cueva en la Riviera Maya por integrantes del Instituto de Biología de la UNAM.
El biólogo Fernando Álvarez Noguera explica que saben que es venenoso porque ataca a sus presas con dos especies de colmillos que están conectados a depósitos de veneno en alguna parte de su organismo.
Lo más interesante tal vez de este descubrimiento es que el Xibalbanus tulumensis es un remipedio, un eslabón perdido entre los crustáceos y los gusanos, y su hallazgo equivaldría a encontrar un dinosaurio vivo en nuestra época.
Tal vez una de las particularidades que nos llaman la atención de este remipedio es su veneno tan primitivo, una combinación de toxinas y enzimas que sería clave para muchos más estudios, y son los antecesores de los artrópodos y otros insectos en sistemas de agua dulce.
Esta zona de cavernas que se ubica entre Tulum y Xel-Ha en el estado de Quintana Roo tiene unas condiciones especiales que permiten la existencia y supervivencia de fósiles que en otras condiciones se hubieran extinguido hace muchísimos años.
Bien por la gente del Instituto de Biología de la UNAM que a través de sus investigaciones nos permite descubrir el pasado prehistórico de nuestro país.
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