En Querétaro existe un cluster aeroespacial muy importante, y justo en ese estado se encuentra la Universidad Aeronáutiica en Querétaro, donde un grupo de 30 estudiantes se encuentran construyendo un vehículo espacial con la finalidad de participar en "The NASA Human Exploration Rover Challenge", una competición internacional que se llevará a cabo durante los meses de marzo y abril en Country Alabama.
Dentro de la competencia, el vehículo habrá de superar diversos obstáculos en un circuito de 1.3 kilómetros que intenta imitar la superficie lunar. El buggy ha de ser compacto, pequeño y ligero, el que están construyendo tiene un habitáculo para dos personas, y su fuerza de impulso es la tracción humana, nada de ayudas.
Sergio Uriel Hernández Botello, líder del proyecto y estudiante del décimo cuatrimestre de la Ingeniería en Aeronáutica comenta:
Es similar a los buggys que se envían a la luna a tomar muestras o fotografías, pero menos elaborado, es puro concepto que utilizan ingenieros y científicos de la NASA para aplicarlo a sus ideas y usarlo para proyectos que están desarrollando”
Los alumnos cuentan con el apoyo de varios profesores que se dedican a la investigación, además utilizan materiales que ayudarán a que el vehículo sea ligero, compacto y ergonómico, tales como aluminio, polímeros y acero. Uno de los mayores alicientes de la competencia es que el vehículo ganador, podrá ser utilizado por científicos de la NASA como punto de partida para nuevos proyectos.
Su prioridad ahora es terminar la etapa de diseño y pasar a la de ensamble y pruebas, con el objetivo de estar entre los mejores diez vehículos a nivel mundial. Una de las ventajas de este buggy es que debe ser desmontable, porque es necesario trasladarlo de un lugar a otro, además debe poder circular sobre piedra o arena, aguantar pendientes inclinada, y no ser mayor de 5x5x5 pies, es decir, 1.52 metros por cada lado. Iván García, otro participante del proyecto comentó:
No hay restricción de peso, pero queremos que cargue como máximo 70 kilogramos, ya lo importante es que cargue el menor peso posible. El promedio de los vehículos que van a la competencia pesan 85 kilogramos y nosotros queremos estar por debajo
Para armar este vehículo tuvieron que diseñarse sistemas de movimiento, de tracción, de amortiguación y dirección y además el chasis, esta es la tercera vez que la UNAQ participa en este concurso, por lo tanto han podido hacer modificaciones con respecto a los modelos presentados en ediciones anteriores, la nueva versión está hecha en acero en vez de aluminio y cuenta con bandas en vez de cadenas.
El buggy contará también con un CanSat, es decir, un pequeño satélite del tamaño de una lata de refresco que irá recabando información acerca de las condiciones de los conductores, el sitio donde se encuentra el vehículo y su desempeño. A través de este CanSat, se tendrán registros de la temperatura, presión y nivel de aceleración y movimiento.
Por otra parte también dispondrá de 12 sensores que darán información acerca de las condiciones fisiológicas de los conductores, de manera que entre el CanSat y los sensores se tendrá un sistema de telemetría que será un valor agregado lo cual le permitiría ascender más puestos en la escala de clasificación.
De esta manera, los estudiantes de la UNAQ esperan abrirse paso en la carrera espacial, demostrando que nuestro país tiene mucho que aportar en esta área del conocimiento, y sobre todo la experiencia que les da enfrentarse a equipos de otros países les confiere herramientas para desempeñarse mejor en un futuro en el campo laboral.
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