El nuevo reporte exclusivo de Reuters es contundente: pese a las reiteradas promesas de Elon Musk de que sus implantes cerebrales construidos por Neuralink pronto se comenzarán a probar en humanos, la verdad dista de estar a la altura de la expectativa creada.
Para empezar, la solicitud del permiso para pruebas en humanos se dio hasta inicios del 2022 y, según al menos siete empleados actuales y anteriores, la solicitud fue rechazada por la FDA, la organización encargada de supervisar los tratamientos y dispositivos médicos experimentales en Estados Unidos. Neuralink no ha revelado ningún tipo de rechazo por la FDA, aunque en realidad tampoco es que esté obligada a hacerlo al ser una empresa totalmente privada.
Las pruebas en humanos han sido antes anunciadas como la siguiente gran etapa de los implantes cerebrales que habrían de curar enfermedades, dar vista a personas ciegas y hasta devolver la movilidad a pacientes con algún tipo de lesión en columna vertebral. Musk, que personalmente ha estado en las presentaciones con presuntas demostraciones sobre el avance de los implantes cerebrales, mostró en 2021 a un mono con implante cerebral jugando Pong supuestamente con su mente.
Posteriormente, Neuralink ha sido acusado de presunto maltrato animal y negligencia que provocó "sufrimiento extremo" a animales, según el Comité de Médicos para la Medicina Responsable, una organización sin fines de lucro en Estados Unidos.
En el mejor de los casos el camino todavía es largo, explica Reuters. Empresas que obtienen aprobación para pruebas en humanos tienen que hacer al menos dos rondas de ensayos antes de siquiera solicitar aprobación para comercializar un dispositivo. Si las primeras pruebas no han sido autorizadas, el trecho restante es todavía bastante largo, mucho más del esperado al inicio. En 2019 Musk dijo que Neuralink comenzaría con pruebas en humanos para 2020. Promesas similares fueron hechas en todo 2021 y, más recientemente, en noviembre de 2022, Musk dijo que el implante llegaría a humanos en seis meses.
A decir de Musk, el implante cerebral es tan seguro que lo usaría en sus hijos.
Un avance a trompicones
No solo se trata del avance del implante y las conversaciones con la FDA, sino del propio interés e inversión de tiempo que representa Neuralink para Elon Musk. El reporte de Reuters retoma que una de las quejas constantes en el equipo es que Musk a menudo presta más atención a sus empresas de mayor perfil, como Tesla, SpaceX y, desde luego, Twitter. El entorno de trabajo se ha vuelto "desorganizado", se lee en el reporte y un trabajador declaró que Musk "no puede apreciar que esto no es un automóvil".
Aunque Neuralink es la única empresa detrás de un permiso para comercializar dispositivos que funcionen como interfaz cerebro-computadora, nadie ha conseguido un dispositivo con autorización de la FDA. Neuralink está en busca de conseguir autorización para su primer implante con 1,024 electrodos, uno que antes ha sido construido por otras empresas. Su rival más cercano, de nombre Synchron, tiene ya permiso para avanzar con pruebas en humanos.
Musk se acercó el año pasado a Synchron con la intención de hacer una inversión, según reportó en su momento Reuters.