En menos de 60 años, la población mundial alcanzará un pico de, aproximadamente, 10,300 millones de habitantes. Y aunque 2,000 millones de seres humanos pueda parecernos demasiado (actualmente somos un total de 8,200 millones), para la ONU esto refleja una importante desaceleración en el crecimiento demográfico.
Las cifras provienen del Informe Anual de Perspectivas de Población de las Naciones Unidas. Dicho estudio revela que, tras llegar a su marca más elevada, la población comenzará a disminuir hasta llegar a los 10,200 millones para fin de siglo. Esto es, 700 millones de personas menos de lo proyectado hace una década.
Varios países alcanzarán su tope de población en 30 años
Estas proyecciones reflejan cambios en las tendencias demográficas a nivel mundial en los últimos años, dice la ONU. De acuerdo con Li Junhua, titular del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales (DESA), en algunos países la tasa de natalidad es más baja de lo que se esperaba, mientras que regiones de alta fertilidad se han registrado descensos "ligeramente más rápidos".
Según el informe, el 28% de la población mundial se concentra en 63 países que ya alcanzaron su punto máximo demográfico. Entre estas naciones encontramos a Rusia, Japón, Alemania y China. Además se prevé una caída del 14% en la población de algunos de estos países dentro de los próximos 30 años.
Por su parte, Brasil, Vietnam, Turquía y otros 45 países llegarán a su punto máximo entre 2050 y 2054. Otros 126 países, entre los que se encuentran Estados Unidos, India, Indonesia y Pakistán, verían aumentar su población hasta 2054, pero alcanzarían su pico en la segunda mitad del siglo o más tarde.
Fertilidad "ultrabaja" y el costo de la vida por los cielos
La ONU también señala que, en promedio, las mujeres en la actualidad tienen un hijo menos que en 1990. La media de nacimientos vivos por mujer a la fecha es menor a 2.1 (la cifra necesaria para que una población mantenga un tamaño constante a largo plazo sin migración, según el informe). Esto es incluso más bajo en una quinta parte de los países (esto incluye China, Italia, Corea del Sur y España), los cuales registran un promedio de 1.4 nacimientos vivos por mujer.
Uno de los principales factores que influyen en esta tendencia, según la OCDE, es el incremento en el costo de vida, lo cual crea incertidumbre entre los jóvenes sobre si podrán mantener a un hijo en el futuro. Un ejemplo es el alto costo de la vivienda. De acuerdo con Forbes, tan solo en México, los precios aumentaron un 9.7% durante el primer trimestre de este año, por lo que para comprar una casa se necesita, en promedio, 1.7 millones de pesos.
Al respecto, Navid Hanif, subsecretario general de Desarrollo Económico del DESA, sugirió ofrecer apoyos en países con baja fertilidad, como permisos parentales, flexibilidad laboral, guarderías asequibles y atención a personas mayores. Asimismo, planteó promover la igualdad de responsabilidades en el hogar. En sus palabras, estas acciones podrían "impulsar la participación laboral femenina, apoyar a las familias y aumentar la seguridad económica para todos".
Aumenta la esperanza de vida
El estudio también señala que en los últimos 30 años las tasas de mortalidad han disminuido, mientras que la esperanza de vida ha aumentado significativamente. En 2024, esta alcanzó los 73.3 años y se estima que para el 2050 sea de 80 años o más.
Aunque podría parecer bueno saber que los humanos viviremos más, se prevé que para el 2030 haya más personas mayores de 80 años que bebés menores de un año en el mundo. A largo plazo, esto podría acarrear problemas como crisis en los sistemas de salud o de pensiones. Asimismo muchos países no contarán con suficientes personas aptas para realizar ciertos trabajos. Solo basta echar un vistazo a países como Japón.
Pese a esto, Junhua considera que alcanzar el pico de población más temprano y más bajo de lo que se esperaba tiene sus ventajas. Por ejemplo, esto supone una menor demanda global de bienes y servicios, así como una reducción del impacto ambiental ocasionado por los seres humanos.
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