Neuralink, la empresa de Elon Musk que busca conectar el cerebro con los smartphones, logró implantar un chip en un humano por primera vez el domingo 28 de enero. Este avance ha generado una fuerte competencia en el campo de las interfaces cerebro-computadora (BCI), que permiten comunicar el cerebro con dispositivos externos.
China quiere liderar el desarrollo de las interfaces cerebro-computadora. El lunes 29 de enero, el gobierno chino anunció que las BCI son uno de sus "productos innovadores emblemáticos" y que planea avanzar en tecnologías como la integración cerebro-computadora, los chips inspirados en el cerebro y la computación basada en modelos neuronales para el 2025.
China busca desafiar a Neuralink con su propio laboratorio de interfaces cerebro-máquina
El Ministerio de Industria y Tecnología de la Información ha anunciado su interés en desarrollar varios productos de interfaz cerebral que sean fáciles de usar y que ofrezcan soluciones innovadoras en campos como la conducción sin conductor, la realidad virtual y la rehabilitación médica.
Además, el ministerio ha destacado la importancia de la “inteligencia inspirada en el cerebro”, también conocida como IA generativa, como una herramienta clave para mejorar el rendimiento y la compatibilidad de estas nuevas tecnologías.
Con el objetivo de liderar el campo de las interfaces cerebro-máquina (BCI), el gobierno chino inauguró el año pasado un laboratorio dedicado exclusivamente a esta área. El laboratorio, que cuenta con 60 investigadores, se enfoca en desarrollar aplicaciones prácticas que puedan rivalizar con Neuralink, la empresa de Elon Musk que también trabaja en esta dirección, según informó el South China Morning Post.
China se vuelve un rival más fuerte para Neuralink
Entre algunas innovaciones por parte de China, un equipo de investigadores chinos ha desarrollado un dispositivo informático que se comunica con el cerebro a través del oído interno, sin necesidad de implantar un chip. Según The Independent, este dispositivo puede ofrecer una “transmisión de datos de ancho de banda completo” al cerebro, lo que podría tener aplicaciones en la medicina, la educación y el entretenimiento.
Otro ejemplo es el de un grupo de científicos chinos que lograron que un mono manipule un brazo robótico con solo pensar. Según recaba el South China Morning Post, el experimento representa un gran avance en la ciencia del cerebro y abre la puerta a futuras aplicaciones que podrían beneficiar a las personas con discapacidades físicas que necesitan interactuar con dispositivos externos y mejorar su calidad de vida.
La empresa de Musk confía en que las interfaces cerebro-computadora puedan mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidades. Por esa misma razón, Neuralink ha solicitado a las personas con parálisis, sordera o pérdida de visión que se animen a participar en su estudio sobre implantes de chips cerebrales.