"Devolver mis recursos a la sociedad": esa es la misión de Bill Gates, como él mismo la describe, en su carta de prospectivas para el 2023 en la que también habla de los retos que ve para la humanidad y el planeta. En la carta explica cuáles han sido los avances de su fundación y detalla cuáles son los principales focos sobre los que se centrará en atención a los problemas que considera son ma´s apremiantes.
El punto nodal de todos ellos es la desigualdad. Combatirla pasa por asegurar que niñas y niños tengan mejores niveles educativos (y por eso la fundación tiene un programa para desarrollar habilidades algebraicas); que mujeres embarazadas de bajos recursos tengan posibilidad de acceder a un ultrasonido; que la humanidad acabe con el SIDA y con la poliomielitis; y que se construyan herramientas eficaces para combatir el cambio climático.
En cuanto a educación, solo en Estados Unidos han bajado los puntajes promedio de lectura y matemáticas, un tema que no es para nada ajeno a México. El tema es preocupante porque hay una correlación entre estudiantes que aprueban álgebra en nivel secundaria y la probabilidad con que eventualmente vayan a la universidad y consigan una carrera bien remunerada. "Aquellos que no completan álgebra tienen solo una posibilidad entre cinco de graduarse de secundaria", dice Gates.
De ahí que la fundación esté duplicando su inversión en programas de incentivos para que maestros tengan más materiales de apoyo. Gates detalla que el dinero también se utiliza para que estudiantes puedan usar software especializado para lo cual se han aliado con Khan Academy, Zearn y Mastory. Si alguno de los esfuerzos tiene buenos resultados, estos serán notables hasta dentro de al menos tres años de acuerdo a Gates.
No más muertes infantiles prevenibles
Las muertes infantiles en países pobres es otro de los grandes problemas que la fundación de Bill y Melinda Gates tiene entre sus prioridades. La mayoría de las cuatro millones de muertes infantiles que ocurren cada año son por causas prevenibles, y aunque las muertes infantiles se han reducido a la mitad desde el año 2000, Gates dice que hay 1.9 millones de recién nacidos que murieron en 2019, solo un tercio menos que en 2000.
Las muertes neonatales son complejas porque se deben tratar las causas subyacentes muy rápido tras el nacimiento, o incluso antes de que el nacimiento ocurra. El problema en países de bajos ingresos es que no hay forma práctica de hacer ultrasonidos puesto que se requiere de equipo que es voluminoso y de personal capacitado para operarle. Por ello, la solución vuelve a una recurrente cuando tiene que ver con tecnología: inteligencia artificial.
La fundación ahora mismo está financiando un trabajo para que la sonda necesaria para hacer un ultrasonido se haga valer de inteligencia artificial y se conecte a un smartphone o a una tablet a la que envía datos como la salud del feto, el estado de la placenta, la edad gestacional, la posición del no nacido, etcétera. "Los estudios ya han demostrado que identifica con precisión los embarazos de alto riesgo y en realidad es mejor que los humanos para estimar la edad gestacional", dice Gates.
La otra gran medida contra las muertes infantiles están en un medicamento del que hemos escuchado mucho recientemente. Gates elabora en que socios y comunidad médica encontraron hace aproximadamente 15 años varias zonas de Etiopía con excepcionales bajas tasas de mortalidad infantil. El común denominador era claro: en esas zonas niñas y niños recibieron dosis del antibiótico azitromicina para eliminar brotes de una enfermedad que produce ceguera de nombre tracoma.
Un gran estudio de 200,000 niños en tres países ha arrojado resultados prometedores en cuanto a azitromicina siendo administrada de forma preventiva a niñas y niños. La evidencia sugiere que la azitromicina mata bacterias malas en intestinos de niñas y niños, reduce inflamación y permite que sus cuerpos absorban nutrientes que son esenciales.
Esencialmente la azitromicina podría funcionar para equilibrar una microbioma intestinal poco saludable, heredada de un mezcla ineficiente de bacterias virus y otros microbios en el tracto digestivo de las madres.
La confirmación definitiva necesita todavía tiempo y, en última instancia, Gates dice que el trabajo debe acompañarse de programas de intervención que involucren también alimentos especialmente formulados para mujeres embarazadas.
Contra la polio y el COVID-19
La fundación de Bill y Melinda Gates se ha ganado un nombre por varias razones, entre ellas, el combate a la polio. Aunque los casos de poliomielitis han disminuido en más de un 99% en las últimas tres décadas, en 2022 hubo cinco veces más casos que en 2021. Fueron en total 30 casos que quedaron paralizados, 20 de los cuales están en Pakistán. Varias cepas de una variante del virus fueron encontradas en alcantarillas de Londres y Nueva York, lo que debería servir como recordatorio, dice Gates, de que el virus no se ha erradicado por completo.
La fundación de Bill y Melinda Gates se comprometió en octubre pasado a donar 1,200 millones de dólares para financiar la más reciente estrategia de la Iniciativa de Erradicación Mundial de la Poliomielitis.
Hay más problemas de salud pendientes que seguirán siendo vigentes para 2023, dice Gates. El filántropo ha tenido reflectores sobre él desde hace muchos años por sus llamados a fortalecer las estrategias en vísperas de una inminente nueva pandemia. El tiempo le concedió la razón a él y a los especialistas en salud que auguraban que una nueva pandemia estaba por llegar, solo que era imposible saber a ciencia cierta cuál sería su nuevo frente.
"Es fantástico que estemos fuera de la fase aguda de la pandemia" escribe Gates, pero también llama a no olvidar lo horrible que fueron sus efectos en los años 2020 y 2021. Por ello, Fundación Gates está trabajando junto con la Organización Mundial de la Salud en un documento para refinar una red mundial de expertos en salud y líderes nacionales. El documento sería una hoja de guía para el Cuerpo de Emergencia Sanitaria Mundial que debería estar en pleno funcionamiento para 2024. Dicho sea de paso, Gates tiene su propio libro sobre el tema: Cómo prevenir la próxima pandemia.
Finalmente, en temas de salud, la fundación Gates está financiando a decenas de laboratorios y empresas para conseguir una vacuna contra el VIH, en un modelo relativamente novedoso que le daría al cuerpo herramientas para combatir al virus y hasta eliminarle. Avances en el campo de la medicina génica han sugerido que una cura total es probable y, a decir de Bill Gates, hay una buena probabilidad de que se le encuentre dentro de 10 o 15 años.
Esencialmente, la idea es hacer ediciones a pequeñas porciones de la composición genética de una persona. Los genes editados no son transmisibles a hijos, pero sí serían suficientes para que células sean mucho más resistentes a la invasión del VIH. "Gracias a los avances en la terapia génica, ahora soy optimista sobre la oportunidad de poner fin a la pandemia del SIDA", dice Gates.
Edificios contra el cambio climático
Muertes infantiles, enfermedades y cambio climático. Los efectos del sobrecalentamiento del planeta ya están aquí, de manera que es prioridad reducir las emisiones globales de efecto invernadero para 2050, un compromiso al que se han sumado varios países del mundo, México incluido. No todas las promesas serán cumplidas: "entre 2021 y 2022, las emisiones globales aumentaron de 51 mil millones de toneladas de equivalentes de carbono a 52 mil millones de toneladas".
El más reciente trabajo de la fundación Gates en cuanto a cambio climático es el apoyo a por lo menos dos empresas que se centran en una fuente concreta de emisiones.
La energía para proveer a edificios de aire acondicionado, calefacción y luces equivale a casi el 14% de todos los gases de efecto invernadero, afirma en su carta Gates. Su apoyo en el tema ahora mismo está con una empresa de nombre Luxwall, que hace paneles de vidrio especiales para que edificios no desperdicien energía con huecos y ventanas ineficientes y así evitar la fuga de calor; y con Aeoroseal, una compañía que también se dedica a eliminar todas las fugas de aire que no involucren ventanas. Para ello la empresa desarrolló un polímero tan ligero que flota en el aire y aun así se acumula en grietas y hendiduras haciendo construcciones totalmente herméticas.
Gates termina su carta con una nota prometedora. "Estoy asombrado del calibre de las personas que han dedicado sus vidas a hacer del mundo un lugar más equitativo, y me siento afortunado de poder apoyar sus esfuerzos. Mi objetivo de mantener la atención y los recursos del mundo en las personas más pobres solo es posible gracias a su compromiso", se lee.
Las potenciales revoluciones tecnológicas que Gates enlista están allá afuera, están ocurriendo y muchas podrían ayudar a mejorar el planeta. Gates, con 67 años, asegura que seguirá apoyándolas con la gran mayoría de sus recursos. "No me importa dónde estoy en la lista de personas más ricas del planeta, lo que sí sé es que en la medida en que tenga éxito en dar, descenderé en la lista y eventualmente saldré de ella", sentencia.