Como bien sabemos, la cultura maya se extendió más allá del territorio mexicano llegando a Guatemala, Belice, Honduras y el Salvador, en dichos países dejaron también su legado arqueológico en forma de pirámides, estelas, juegos de pelota y entierros humanos, pero hoy nos llama la atención un hallazgo que tiene características únicas, y es el descubrimiento de la que podría ser la más grande tumba real encontrada en la selva Beliceña.
Además de la tumba se encontraron dos estelas con inscripciones jeroglíficas que hablan de la "dinastía de la serpiente" la cual conquistó muchas de las ciudades vecinas hace unos 1300 años. La antigua ciudad de Xunantunich, al oeste de Belice servía como centro ceremonial alrededor de los años 600 a 800 de nuestra era, y los arqueólogos liderados por Jaime Awe, beliceño e investigador de la North Arizona University, hallaron la cámara funeraria entre 5 y 8 metros de profundidad donde estuvo escondida durante un milenio, cubierta de tierra y escombros.
Mientras realizaban una excavación en la escalinata central de una de las estructuras más grandes de Xunantunich, descubrieron la cámara funeraria, y dentro de ella los restos mortales de un hombre adulto de entre 20 y 30 años de edad. De acuerdo con el análisis preliminar hecho por osteólogos, se dice que ese hombre era de constitución atlética, y análisis más detallados permitirán conocer su identidad, estado de salud y causa de muerte.
Dentro de la tumba, los arqueólogos también encontraron huesos de jaguar y venado, seis cuentas de jade, trece navajillas de obsidiana y 36 vasijas de cerámica. Además encontraron en la base de la escalinata dos ofrendas con obsidiana, sílex y artefactos de cerámica astillados que tenían figuras de animales, hojas u otros símbolos.
Aun si solo se tomara en cuenta la construcción, esta tumba se consideraría un hallazgo extraordinario, ya que con sus 4.5 por 2.4 metros de construcción es una de las cámaras funerarias más grandes halladas en Belice. Pero tal vez lo más sorprendente es que difiere enormemente de otras tumbas contemporáneas, ya que la mayor parte de las tumbas mayas se construían como adiciones a construcciones ya hechas, pero este nuevo descubrimiento muestra que la tumba y la estructura que la rodea se construyeron de forma simultánea, tal como lo hacían los antiguos egipcios, pero no los antiguos mayas.
Muchas de las ciudades mayas eran gobernadas por dinastías familiares, de hecho se han encontrado tumbas para gobernantes hombres y mujeres de la dinastía de la serpiente. Esta familia gobernó la región por varias décadas en el siglo séptimo, y la capital se trasladó de ciudad en varias ocasiones, los jeroglíficos podrían aportar nuevos datos acerca de la historia de esta dinastía.
De hecho, las estelas no pertenecen originalmente a Xunantunich, sino que de acuerdo con Christophe Helmke, epigrafista de la Universidad de Copenhague, estas narran las batallas del Señor K'an II, también se encuentran en ellas un juego de pelota en donde se capturó al líder de Naranjo, quien eventualmente fue sacrificado, pero Naranjo se vengó algunos años después, desmatelando las estelas y armándolas después con huecos y una sintaxis incorrecta para oscurecer el triunfo de la dinastía de la serpiente. En ellas también se habla de un gobernante de Calakmul que se desconocía anteriormente, ya que en cierto momento se identifica el origen de la dinastía de la serpiente en Dzibanché, y refiere cómo la familia movió la capital a Calakmul.
Xunantunich decayó al igual que otras sociedades mayas entre el 800 y el 1000 DC y aunque no se sabe a ciencia cierta la causa, se presume que pudo ser debido a un cambio climático, enfermedades y guerras. El nombre de esta ciudad significa "mujer de piedra" y cuenta la leyenda que un cazador vio en las inmediaciones una mujer de apariencia pétrea vestida a la usanza indígena y de pie frente a la entrada de un templo denominado El Castillo.
Dicho templo es de por sí impresionante con sus torres de 40 metros de altura desde donde se divisa la plaza principal de la ciudad, y se encuentra adornado con un friso de estuco que representa a los dioses del sol y la luna.
En definitiva, la arqueología nos sigue acercando a nuestros orígenes, a nuestros antepasados, a sus costumbres, tradiciones, amigos, enemigos y a su historia, y al mismo tiempo me hace cuestionarme ¿qué quedará de nosotros para la posteridad? Parafraseando un poema atribuido a Nezahualcóyotl podría decir "al menos flores, al menos cantos".
Imágenes | Places to see in your lifetime| The Guardian | Chaa Creek
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