No quiero tender mi cama, es quizá una de las frases que más repetimos cuando éramos niños para hacer enojar a nuestros papás. Y es que madrugar para ir a la escuela, sumado a la tarea de acomodar esta área, era sumamente fastidioso todas las mañanas.
Sin embargo, no estábamos tan equivocados al no querer hacer nuestra cama al despertar. En los últimos años, se han demostrado las desventajas de esta actividad y cuáles son los riesgos para la salud.
Cuál es el problema de hacer nuestra cama al despertar
Estamos acostumbrados a seguir una rutina al despertar, ya que las horas de entrada al trabajo o la escuela, nos obligan a hacer todo temprano para regresar a descansar. Sin embargo, muchos expertos no recomiendan tender la cama inmediatamente al despertar.
La razón principal es que la cama no tendría la suficiente ventilación y oxigenación, propiciando la aparición de ácaros y algunas otras bacterias. Esto no significa que seas una persona sucia; simplemente, estos insectos aparecen por las condiciones de humedad que se dan entre nuestra piel y las sábanas.
Entonces, cuando tiendes tu cama inmediatamente, los ácaros y su excremento se quedan atrapados en las sábanas. Pero si dejas que tu colchón y cobijas queden desatendidos por cierto tiempo, estos bichos se expondrán a la luz y al aire fresco, lo que los deshidratará, haciendo que mueran.
Además, es importante revisar constantemente nuestro colchón, lavar de forma regular la ropa de cama, evitar comer en la cama y sobre todo, mantener una buena higiene personal para alejar a estos y otros insectos del área de dormir.
Qué son los ácaros
A estas alturas y luego de hablar constantemente de estos bichos como un miembro más de nuestra cama, quizá te preguntes: ¿qué son los ácaros, de dónde vienen y cómo evitarlos?
De acuerdo con expertos, los ácaros son artrópodos arácnidos que raramente superan el medio milímetro de altura, viven en el polvo doméstico y se alimentan de materia orgánica con alto contenido proteico, como las escamas de piel humana o los restos de alimentos.
Estos animales son capaces de depositar heces hasta 20 veces al día y esto puede causar reacciones alérgicas en muchas personas. El hábitat ideal para su propagación es con temperaturas entre 25 y 30 grados Centígrados, y humedad superior a 60%, por ello solemos encontrarlos en colchones, mantas, edredones y demás.
Para evitar estos insectos en casa, lo recomendable es:
- Retirar el polvo de la casa con un paño húmedo.
- Aspirar con frecuencia colchones, camas y sofás.
- Utilizar aspiradora en lugar de escoba.
- Retirar de la casa alfombras y no tener muchos peluches.
- Evitar cabeceras de cama con tapizados.
- Usar cortinas fáciles de lavar.
- Utilizar colchones que no sean huecos al poder acumularse más ácaros en su interior. Pueden ser de látex o viscoelástica.
- Lavar la ropa de cama semanalmente constantemente.
- Ventilar bien las habitaciones.
Imagen | Wikimedia
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