Iusacell demanda a IBM por 2,500 millones de dólares

De acuerdo a un artículo que ha sido publicado en El economista, Iusacell ha demandado a IBM ante una corte en Nueva York porque supuestamente la tecnológica le privó de ganar 2,500 millones de dólares.

Todo esto debido a una "Representación Fraudulenta" por parte de IBM México y de la cual Iusacell resultó supuestamente afectada, privándole en obtener las ganancias dichas "en un momento de oportunidad" para la compañía propiedad de Grupo Salinas y Televisa.

Aunque algunos especialistas han indicado que la demanda interpuesta por Iusacell es confusa y solo busca culpar a IBM de haber realizado mal sus negocios, la compañía ha dicho que tras el contrato de la tecnológica, en la compañía mexicana hubo un retraso de algo así de tres años en la capacidad de actualizar sus sistemas de información.

Resultó en un retraso de más de tres años en la capacidad de Iusacell para actualizar sus deficientes sistemas de tecnología de la información durante un período de oportunidad de negocio en México

Sin embargo, un portavoz de IBM ha comentado que Iusacell en realidad está buscando a quien culpar por sus propias fallas en sus negocios y evitar cumplir con obligaciones contractuales que adquirió con IBM.

A pesar de importantes mejoras en la infraestructura de tecnologías de la información de Iusacell y en el crecimiento de sus ingresos, Iusacell ha incumplido con los pagos adeudados a IBM México conforme al contrato. Como resultado, IBM México se vio obligado a recurrir a un procedimiento arbitral contra Iusacell para hacer cumplir el contrato.

Aunque el contrato y mucha de la información de la demanda se encuentra actualmente bloqueada para su consulta, algunos coinciden con IBM con que es un acto desesperado de Iusacell por intentar "evadir sus obligaciones e impedir la continuación del procedimiento arbitral conforme lo había acordado"

Por ahora, solo debemos esperar a que el juez que tome el caso dictamine que es lo que está ocurriendo y cuando esto suceda te lo estaremos comentando.

Vía | El economista