La NASA ha anunciado una "nueva e inmersiva" forma de explorar algunas de las primeras imágenes y datos tomados por el telescopio espacial James Webb: a través del sonido.
Ahora, se han dado a conocer varios paisajes sonoros, en algunas de las capturas del aparato apenas hace unos meses, con la intención de, según Matt Russ, músico y profesor de física de la Universidad de Toronto, hacer que las imágenes y los datos del telescopio sean "más comprensibles a través del sonido, ayudando a los oyentes a crear sus propias imágenes mentales".
Este material incluye los Acantilados Cósmicos de la Nebulosa Carina, los tonos contrastantes de dos imágenes de la Nebulosa del Anillo Sur y hasta los puntos de datos individuales del espectro de transmisión del exoplaneta gigante de gas caliente WASP-96b.
Además, para poder adaptar los datos del Webb se conformó un equipo de científicos, músicos y un miembro de la comunidad de ciegos y discapacitados visuales, quienes tuvieron además el apoyo de la misión del telescopio y de Universe of Learning de la NASA.
La ambientación de la Nebulosa Carina
En el caso de los Acantilados Cósmicos de la Nebulosa Carina, la NASA detalla que se ha mapeado "en una sinfonía de sonidos", donde los músicos asignaron notas únicas a las regiones semitransparentes y diáfanas (zonas que dejan pasar la luz casi en su totalidad), así como a las regiones densas de gas y polvo en la nebulosa, lo que derivó en un paisaje sonoro "zumbante".
Esta imagen se escaneó de izquierda a derecha, donde por ejemplo, el gas y polvo en la mitad superior de la imagen se representa en tonos "azules" y sonidos similares a los de un dron. Por otro lado, en la parte inferior de la imagen, hay tonos rojizos que tienen una composición más clara y melódica.
Por otro lado, la posición vertical de la luz también da la frecuencia del sonido. La luz brillante cerca de la parte superior de la imagen suena fuerte y aguda, pero la luz cerca del medio suena, pero en un tono más bajo, mientras que las áreas más tenues las frecuencias son más bajas y las notas son más claras, sin distorsiones.
El doble ambiente en la Nebulosa del Anillo Sur
Para la Nebulosa Anillo Sur, hay dos variantes de sonido, así como dos imágenes captadas por el Webb, con luz infrarroja cercana (izquierda) y media (derecha).
En este caso se asignaron los tonos del sonido en función a los colores de las imágenes, es decir, las frecuencias de luz se convirtieron en las respectivas, pero de audio. La luz del infrarrojo cercano se representa con un rango de frecuencias más altas al inicio y a mitad del camino, estas cambian haciéndose más bajas para reflejar las ondas de luz captadas por el infrarrojo medio.
Estas variantes permiten captar distintos sonidos en cada una de las imágenes, por ejemplo al segundo 15 y 44. En el primer caso solo se "escucha" una estrella y en el segundo se captan dos, lo que significa que se detectó un par de estrellas con el infrarrojo medio.
La señal de agua en un exoplaneta
Por último, para el exoplaneta gigante de gas caliente, WASP-96b, se tradujeron en sonido los puntos de datos individuales del espectro de transmisión que permitió revelar la existencia de agua.
Aquí cada uno de los tonos corresponde a las frecuencias de luz que representa cada punto, donde las longitudes de onda de luz más largas tienen frecuencias más bajas y se escuchan con tonos más bajos. Además, el volumen indica la cantidad de luz detectada en cada uno de los datos captados.
Para las cuatro firmas de agua, están representadas por el sonido de gotas cayendo, aunque en realidad se trata de una firma con múltiples puntos de datos.
Aprendiendo hasta con sonidos
La NASA detalla que estas pistas de audio son compatibles primero con los oyentes ciegos o con baja visión, pero también para "cautivar" a cualquiera que las sintonice, traduciendo las imágenes visuales mediante la información captada en sonidos.
Así se puede tener una mayor accesibilidad para apreciar las capturas del telescopio, y según Kimberly Arcand, científica de visualización en el Centro de rayos X Chandra, los resultados preliminares de una encuesta mostraron que las personas ciegas o con baja visión, así como personas videntes aprendieron algo sobre las imágenes astronómicas escuchando solamente.
Ya que estos audios no son sonidos reales grabados en el espacio, Matt Russo, músico y profesor de física en la Universidad de Toronto, se alió con el músico Andrew Santaguida para componer música con los datos del telescopio, pero cuidando representar los detalles en los que quisieran que los oyentes se concentraran.
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