A principios de junio de 2022 la NASA reportó el impacto de un micrometeorito en uno de los 18 segmentos del espejo primario del telescopio espacial James Webb, un evento registrado entre el 23 y 25 de mayo. En su primer informe, la agencia señaló que a pesar de ser un golpe más grande de lo esperado, derivó en una “afectación marginal” a la capacidad de observación del aparato.
Ahora, en un nuevo documento sobre el desempeño de la nave espacial, se puede ver el nivel de daño en el segmento hexagonal del espejo primario, en el C3, que los científicos ahora están estudiando el caso para evaluar los efectos a largo plazo de los micrometeoritos en el Webb.
En el informe los autores señalan que a pesar de que el telescopio puede durar más de 10 años operativo en el espacio considerando el uso del combustible, los científicos no están seguros de cuál será el efecto de los impactos de micrometeoritos en sus observaciones.
Los choques con micrometeoritos hasta ahora
La primera vez que se detectaron deformaciones en los espejos fue durante el periodo de puesta en servicio, específicamente en la fase de alineación, que colocó a los 18 segmentos en su mejor posición para capturar la luz.
De los seis impactos significativos que ha tenido el telescopio (otros 19 no han tenido efecto detectable), aproximadamente uno cada mes, cinco de las deformaciones resultantes fueron corregibles mediante la realineación de los espejos.
Sin embargo, el sexto es el que causó más preocupación al equipo a cargo del Webb, pues causó lo equivalente a una "mancha" en el segmento C3, que catalogaron como "significativo e irreparable".
Afortunadamente el impacto general para la misión es pequeño, pues únicamente se afectó una parte del telescopio, donde 17 de sus espejos permanecen intactos, mismos que pudieron realinearse para compensar la mayor parte del daño.
Qué se puede hacer para evitar los choques
De momento los ingenieros del programa se encuentran modelando en que frecuencia pueden ocurrir estos eventos, pues no está totalmente claro si el impacto en el C3 fue un evento "raro", es decir, uno de alta energía que en teoría debería ocurrir una vez cada varios años.
También es posible que el Webb sea más susceptible al daño de micrometeoritos de lo que estaba previsto y se está estudiando a detalle el caso para encontrar algún tipo de solución.
Entre estas, detalla la revista Astronomy, se encuentra apuntar la nave en ciertas direcciones para así minimizar las probabilidades de impacto, por ejemplo mirando hacia el lado contrario de donde está viajando, o en todo caso minimizar la cantidad de tiempo que apunta a su dirección orbital, ya que estadísticamente, señala el equipo, "es la que tiene tazas y energías de micrometeoritos más altas".
De acuerdo con los ingenieros del telescopio, la alineación del Webb se encuentra dentro de los límites de rendimiento, y de momento se está considerando la afectación que puede tener el observatorio cuando pase a través de las partículas dejadas por el cometa Halley en 2023 y 2024, realizándose simulaciones en la oficina ambiental de meteoritos de la NASA para medir el nivel de riesgo que este representa.
Imágenes: NASA
Ver todos los comentarios en https://www.xataka.com.mx
VER 0 Comentario