Los astronautas que pasan más tiempo en el espacio pierden décadas de masa ósea y no la recuperan incluso tras un año de su regreso a la Tierra, señala un grupo de científicos en un estudio publicado en Scientific Reports, apuntando a un "grave riesgo" de cara a las futuras misiones a la Luna y Marte.
Hasta ahora las investigaciones habían demostrado que los astronautas perdían entre 1 y 2% de su densidad ósea por cada mes que se encontraban en el espacio, ya que la microgravedad eliminaba presión de las piernas al pararse y caminar, pues simplemente flotaban.
Para esta nueva investigación y entender la forma en que se recuperan los astronautas una vez que regresan a Tierra, se escanearon las muñecas y tobillos de 17 participantes antes, durante y después de sus estadías en la Estación Espacial Internacional (ISS).
De acuerdo con Steven Boyd, coautor del estudio de la de la Universidad de Calgary en Canadá, y director del Instituto McCaig para la Salud de los Huesos y las Articulaciones, la densidad ósea perdida fue equivalente a la que se da tras varias décadas desde el planeta.
También se descubrió que la densidad en la espinilla de nueve de los astronautas no se había recuperado por completo tras un año de estancia en la Tierra, faltándoles todavía aproximadamente una década de masa ósea.
Boyd incluso mencionó que aquellos tripulantes que realizaron misiones más largas, entre cuatro y siete meses a bordo de la ISS fueron aquellos que tardaron más en recuperarse.
A más tiempo sin gravedad, mayor el problema
El investigador señala que esta es una gran preocupación para las futuras misiones planificadas a Marte, donde los astronautas deberán pasar años en el espacio (por lo menos un año y nueve meses, según la primera propuesta de la NASA), y que podría derivar en problemas graves de salud, pues no se sabe en que momento se llegará a un estado estable o si continuará la pérdida de hueso.
De momento se podrían obtener respuestas a partir de las investigaciones que se están realizando con los tripulantes que pasaron al menos un año a bordo de la ISS.
El problema de acuerdo con Guillemette Gauquelin-Koch, directora de investigación médica de la agencia espacial CNES de Francia, es que la ingravidez en el espacio es "la inactividad física más drástica que existe", donde incluso realizando dos horas de deporte, es como estar postrado el resto de la jornada, por lo que al momento de poner un pie en suelo marciano, será bastante incapacitante, tal y como lo señalaba el informe de la NASA.
Algunas de las soluciones para combatirlo
El estudio también permitió conocer que tan buenos son algunos ejercicios para retener la masa ósea frente a otros. Entre estos el peso muerto resultó ser uno de los más efectivos, por encima de correr o andar en bicicleta, lo que apunta a rutinas más intensivas para la parte inferior del cuerpo en el futuro.
Sin embargo en el caso de los astronautas, que en su mayoría están en forma y con edades arriba de los 40 años, no tendieron a notar la drástica pérdida ósea, pues señaló Boyd, a la osteoporosis generada en la Tierra se conoce como "la enfermedad silenciosa".
De momento se han encontrado gran variedad de respuestas entre los astronautas cuando regresan a la Tierra, por ejemplo, hay algunos que reportan problemas para caminar debido a la debilidad y falta de equilibrio tras un vuelo espacial, aunque hay otros que reaccionan completamente diferente, retomando sus actividades rápidamente.
Imagen: El astronauta de la ESA, Matthias Maurer, intercambia muestras dentro del Laboratorio de Ciencias de los Materiales, un dispositivo de investigación de física. | NASA
Ver 1 comentarios