Rusia no solo se encuentra inmersa en un conflicto armado, también tiene problemas en otros frentes, por ejemplo: con "la fuga de cerebros", que ocurre cuando científicos, médicos, académicos y más personas con educación, deciden abandonar el país en masa.
Aunque el fenómeno no es nuevo, gracias a las sanciones económicas y a las imposiciones del gobierno, se está dando este comportamiento en el país, donde incluso el jefe del programa espacial ruso (Roscosmos) Dmitiry Rogozin ha prohibido a los empleados de la agencia viajar al extranjero.
La orden con fecha del 28 de febrero de 2022 fue detectada por Kamil Galeev, un periodista con sede en Moscú y miembro de Galina Starovoitova sobre Derechos Humanos y Resolución de Conflictos en el Centro Wilson.
No es la primera acción de Rogozin
En el documento, que fue desglosado por Galeev, se muestra como los guardias fronterizos rusos tienen instrucciones para impedir que los especialistas en informática e ingenieros abandonen el país.
State owned companies use the stick directly and prohibit their workers to leave the country. Consider this executive order by Rogozin, the CEO of a state owned Roskosmos aerospace company. He prohibited his employees to go abroad, correctly understanding they might not return pic.twitter.com/Q2TSxDw9wX
— Kamil Galeev (@kamilkazani) March 10, 2022
Hasta ahora Rogozin se ha dedicado a publicar en su cuenta de Twitter propaganda a favor de Putin y contra de Estados Unidos, además de anunciar una serie de acciones en el tema espacial.
Entre esta lista se encuentra el bloqueo para dejar de entregar motores de cohetes rusos a los Estados Unidos, además de la suspensión de los experimentos conjuntos con otras agencias a bordo de la ISS y la negativa para lanzar los satélites de la competencia de Starlink, OneWeb, por las sanciones impuestas por parte del Reino Unido.
Incluso durante el fin de semana se dio a conocer un video difundido por un medio ruso donde mostraban cómo sería la caída de la Estación si la sección de Rusia decidía abandonar la instalación
Aunque la medida puede funcionar a corto plazo, Nikolai Roussanov, profesor de economía de la Universidad de Pensilvania señala que más adelante la "fuga de cerebros" podría acelerarse, especialmente si las instituciones académicas extranjeras decidieran romper sus relaciones con las rusas.
Imagen: Roscosmos