Los restos del cohete chino que cayeron a Tierra acabaron en el Océano Pacífico y hay posibilidad de que hayan llegado a Tabasco, México

Luego de que el cohete Long March 5B de China fuera lanzado para colocar en órbita el tercer y último módulo de la Estación Espacial Tiangon el pasado 31 de octubre, la etapa central del propulsor, de 23 toneladas, cayó de regreso a la Tierra de forma descontrolada durante la madrugada del viernes 4 de noviembre.

De todas sus posibles trayectorias de caída, finalmente terminó hundiéndose de forma segura en el centro-sur del Océano Pacífico, partiéndose en dos durante su reingreso. Según el astrónomo Jonathan McDowell, los escombros pudieron haber alcanzado algunas regiones de México, como Puerto Escondido en Oaxaca, aunque también era posible (pero no probable), que llegaran restos hasta Tabasco, pero de momento no se puede confirmar a falta de informes.

Ya que el Long March 5B no cuenta con capacidad de regresar de forma controlada y segura a la Tierra, al igual que en otras ocasiones, se generaron predicciones sobre dónde y cuándo caería el propulsor, de acuerdo a los datos de seguimiento de los objetos en el espacio.

De acuerdo con el comando Espacial de Estados Unidos, el enorme cuerpo cayó "inofensivamente" al océano a las 4:01 am hora de México del viernes 4 de noviembre, registrándose una segunda entrada de restos a las 4:06 am sobre el noreste del Océano Pacífico.

En el caso de España, se decidió cerrar una sección del tráfico aéreo por precaución, ya que el país se encontraba también entre las posibles locaciones donde se podía dar la caída de los desechos.

Uno de los problemas, es la falta de leyes para controlar el reingreso de cohetes

Este es ya el cuarto evento de desechos espaciales en los últimos años de la Administración Nacional del Espacio de China: en julio de 2022, un cohete cayó sobre el Océano Índico, en abril de 2021, la etapa quedó dispersada en el mismo cuerpo de agua, mientras que en mayo de 2020, algunas piezas del Long March 5B lograron llegar al suelo de África Occidental, dejando restos esparcidos por Costa de Marfil.

Algunos de los restos del Long March 5B en julio de 2022

Por lo pronto, no existen acuerdos internacionales vigentes que eviten que este tipo de incidentes ocurran en el futuro, de acuerdo con el director ejecutivo del Centro de Estudios de Desechos Orbitales y de Reentrada de The Aerospace Corporation, Marlon Sorge, pues faltan leyes o tratados que rijan que se permite hacer en los reingresos.

Recordemos que un estudio apunta a que el riesgo a morir por los escombros de un cohete aumentará en los próximos 10 años, y en el caso de México, las probabilidades aumentan estando en la Ciudad de México.

Por lo pronto, la Agencia Espacial China tiene contemplados seis vuelos más del Long March 5B, el primero de ellos, planeado para 2024, que volverá a generar una situación similar en el mundo.

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