El astrofísico de la Universidad de Stanford, Dan Wilkins, encontró un patrón al observar los rayos X arrojados al universo por un agujero negro supermasivo situado en el centro de una galaxia a 800 millones de años luz de distancia. Se trata de la primera observación directa de luz detrás de un agujero negro, algo que ya había sido predicho por la teoría de la relatividad general de Einstein, pero que hasta ahora no había sido confirmado.
Al estar haciendo sus estudios sobre este objeto, Wilkins, quien es científico investigador del Instituto Kavli de Astrofísica y Cosmología de Partículas en Stanford y SLAC Laboratorio Nacional de Aceleradores, se percató de que había una serie de ecos luminosos inesperados en la corona del agujero negro, que eran más pequeños, llegaban más tarde y eran de diferentes colores a los que normalmente se registran en la parte frontal, que emanan del material caliente que gira a su alrededor.
Tras ubicar el origen de estas emisiones, llegó a la conclusión de que estos destellos llegaban desde la parte de atrás, donde el agujero estaba deformando el espacio, doblando la luz y retorciendo los campos magnéticos alrededor.
Ya estaba teorizado, pero por fin se lograron observar
Esta no es la primera vez que se detecta a un agujero negro distorsionando la luz, pero si es la primera observación directa de este fenómeno.
"Hace cincuenta años, cuando los astrofísicos comenzaron a especular sobre cómo podría comportarse el campo magnético cerca de un agujero negro, no tenían idea de que algún día podríamos tener las técnicas para observar esto directamente y ver la teoría general de la relatividad de Einstein en acción", dijo Roger Blandford , coautor del artículo, profesor Luke Blossom en la Facultad de Humanidades y Ciencias, profesor de física de Stanford y profesor de física de partículas y astrofísica de SLAC.
Originalmente, se estaba buscando obtener más información de la "corona", una parte poco estudiada de los agujeros negros en forma de cono que emite luz de rayos X y que se puede utilizar para mapear y caracterizar a este cuerpo celeste.
Además, en un futuro se espera comprender mejor estas coronas, pero requerirá de mayores estudios, usando el observatorio de la Agencia Espacial Europea, Athena (Telescopio avanzado para la astrofísica de alta energía), donde se está desarrollando un detector capaz de obtener imágenes de mayor resolución, con el que se podrán obtener datos más claros para entender este fenómeno.