Este viernes, un funcionario espacial ruso culpó a un problema de software del nuevo laboratorio científico ruso recién acoplado el 29 de julio, como el causante de la desviación en la orientación de la Estación Espacial Internacional el día de ayer.
Recordemos, tras solo una horas de haberse conectado con la ISS, el nuevo laboratorio científico ruso Nauka encendió sorpresivamente sus propulsores, empujando al complejo fuera de su posición normal que es necesaria para que pueda obtener energía de los paneles solares y mantener las comunicaciones con tierra, que durante los 47 minutos que perdieron el control se vieron interrumpidas en dos ocasiones.
Following this morning's docking of the Nauka module to the @Space_Station, the module's thrusters started firing at 12:45pm ET inadvertently and unexpectedly, moving the station 45 degrees out of attitude. Recovery operations have regained attitude and the crew is in no danger: pic.twitter.com/jFlDZD7ZHp
Con 22 toneladas y una longitud de 13 metros, el Nauka se convirtió en el primer compartimento nuevo para el segmento ruso de la estación desde 2010, que llegó ocho días después de su lanzamiento desde las instalaciones rusas en Baikonur, Kazajstán.
El director de vuelo del segmento ruso, Vladimir Solovyov, dijo que debido a la falla fue que se implemento el comando directo de encender los motores del laboratorio, pero añadió que el giro fue "rápidamente contrarrestado por el sistema de propulsión de otro componente ruso de la estación y el ISS se encontraba ya en su orientación debida y operando normalmente".
Por otro lado, Dmitry Rogozin, director de la Agencia Espacial Federal Rusa (Roscosmos), dijo que podría haber estado involucrado el factor humano en la falla.
"Todo iba bien, pero hubo un factor humano. Hubo algo de euforia (después de un acoplamiento exitoso), todos se relajaron"
Además, la NASA comentó que a pesar de registrarse un giro de casi un octavo de círculo, no se registraron daños o peligros para la tripulación.
El problema afectó las pruebas de Boeing
Este incidente, hizo que se pospusiera el vuelo de prueba para la cápsula CST-100 Starliner, de Boeing, que estaba programada para este viernes desde Florida, donde se intentaría por segunda ocasión llegar a la estación llevando suministros y equipo de prueba antes de embarcar astronautas. La primera vez que se intentó fue en diciembre de 2019, pero no se cumplió con los objetivos, pues un exceso en el consumo de combustible en órbita, impidió que alcanzaran la ISS, regresando a la Tierra.
Este vuelo, estaba en riesgo de no realizarse debido a las cuestiones meteorológicas, y la próxima ventana de lanzamiento está contemplada para el martes 3 de agosto.
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