En una nueva serie de documentos legales, los abogados de la NASA señalan que la empresa espacial de Jeff Bezos, Blue Origin, no estuvo dispuesta a negociar con la Agencia Espacial el precio de 5,900 millones de dólares de su propuesta de módulo de aterrizaje lunar.
La NASA que se enfrentaba en esos momentos a problemas económicos y recorte de presupuestos, no quiso aceptar los términos de la compañía, rechazando su módulo y eligiendo el de SpaceX en su lugar en el mes de abril, que derivó en la serie de protestas actuales.
En los documentos que recoge The Verge, los abogados de la agencia exponen sus razones para escoger a la compañía de SpaceX para el programa Artemis a la Luna, en la primera misión tripulada a la superficie del satélite desde 1972, mientras que Blue Origin presenta las pruebas para señalar que no existió una competencia justa entre todos los participantes de las licitaciones, que terminaron por "darle la ventaja" a la empresa de Musk.
Un precio inicial para el módulo lunar mucho más inflado de lo real
Tras la primera protesta por parte de Blue Origin presentada a finales de mayo, la NASA acusó a la compañía de emplear una técnica de licitación de la puerta en la cara con su propuesta de 5,900 millones de dólares para el módulo lunar. En esta táctica primero se presenta un costo inicial muy superior y hasta exagerado del real, para en una segunda etapa presentar una oferta a menor precio que resulta más atractiva y que es mucho más fácil de aceptar.
Según la NASA, Blue Origin pudo haber bajado el precio de su módulo, pero estaban a la espera de que la Agencia hiciera la negociación primero. Esta situación nunca se generó, pues en ese tiempo fue cuando la NASA descubrió que no tendría el dinero suficiente por parte del Congreso para financiar dos propuestas de aterrizaje, donde la empresa de Bezos ya había comprometido casi mil millones de dólares para el desarrollo del módulo.
Además, Blue Origin señaló que el precio de 5,900 millones de dólares, que era casi el doble de lo propuesto por SpaceX, se basaba en que la NASA tendría dinero suficiente para pagar, incluso después de que el Congreso de los Estados Unidos había anunciado que no les aprobarían todos los fondos que necesitaban. Esto llevó a la agencia a instruir a las empresas para que presentaran su mejor propuesta, donde la decisión de adjudicación iría de la mano con la cantidad de recursos que obtuvieran.
Blue Origin señaló de competencia desleal a favor de SpaceX
La compañía de Jeff Bezos argumentó que tras haberles dado solo una cuarta parte del dinero solicitado, la NASA tuvo que haber cancelado o modificado todo el programa, y que esta notificación solamente se hizo con SpaceX para seleccionar su proyecto y que resultara ganador, cosa que la Agencia negó e incluso señaló que ellos "hicieron una apuesta y perdieron". Esto tras suponer que ellos ganarían la licitación y en una negociación posterior podrían bajar el precio de la producción, de acuerdo con declaraciones de los abogados de la NASA del 26 de mayo.
Los documentos también recogen que Blue Origin presentó esta propuesta económica porque era una táctica de negociación que ya le había funcionado en el pasado, pues en abril de 2020, junto a SpaceX y Dynetics recibieron fondos de desarrollo para una fase inicial del programa para que las compañías construyeran sus respectivos módulos, donde SpaceX recibió 135 millones de dólares, Dynetics 253 y Blue Origin 579 millones, que inicialmente habían sido 879 millones, un descuento de aproximadamente 35% tras negociaciones con la NASA, que pensaban replicar para el nuevo contrato por 5,900 millones de dólares.
Blue Origin también señaló que otra de las formas en que se le dio un trato injusto en relación a SpaceX, fue cuando la agencia decidió "renunciar" a hacerle a la empresa de Musk las revisiones de preparación de vuelo, una serie de chequeos que verifican la seguridad del programa antes de cada lanzamiento y que deben realizarse cada 14 días antes de los despegues, según las reglas de la competencia.
SpaceX alteró sus revisiones de seguridad de los lanzamientos
Como a cada lanzamiento le corresponde una revisión de seguridad, Blue Origin propuso un calendario de desarrollo que incluía la posibilidad de realizar tres despegues comerciales con dirección a la superficie de la Luna, donde se harían tres verificaciones, una para cada evento. Por otro lado señalaron que SpaceX a lo largo de 16 lanzamientos (que constan de una estación de combustible orbita, 14 cohetes cisterna y una nave estelar) solo haría una revisión, en lugar de las 16 en total que correspondían para todos los procedimientos.
La compañía de Musk lo justificó bajo la premisa de que como sus 14 cohetes cisterna tendrían un espacio de lanzamiento de 12 días de diferencia, no podían cumplir con el tiempo mínimo de 14 días establecido por la NASA para las revisiones de seguridad. Tras una negociación con la Agencia, se acordó que se haría una revisión para cada tipo de lanzamiento, quedando en tres (una para la estación de combustible, una para los 14 cohetes cisterna y una más para la nave estelar).
La Oficina de Responsabilidad del Gobierno (GAO) dictaminó que este último argumento de Blue Origin tenía algo de razón. Fue entonces cuando la compañía de Bezos utilizó la determinación de la GAO para demandar a la NASA con la intención de demostrar que la agencia ofreció ventaja a SpaceX) con la intención de demostrar que la agencia ofreció ventaja a SpaceX.
Además, la compañía de Bezos menciona que si hubieran sabido de la flexibilidad de la agencia para las revisiones, ellos habrían diseñado un proyecto completamente diferente con un precio más bajo, lo que hubiera presentado una oportunidad sustancial de obtener la licitación, aunque no especificaron cuál sería la forma en que lo harían.
Entre más tiempo pasa, el programa Artemis corre más riesgos de ser archivado
Toda esta situación está generando una presión en la NASA, que busca que el litigio se resuelva lo más rápido posible para continuar con el desarrollo de su programa de aterrizaje lunar, proyecto que se encuentra detenido con SpaceX mientras se arreglan las demandas en un litigio que concluye el 1 de noviembre.
En el caso de que el tribunal dictamine a favor de Blue Origin, la NASA tendría que cancelar el contrato de SpaceX y reabrir la invitación para que las compañías presenten nuevas propuestas, lo que retrasaría una vez más el programa Artemis, pero si Blue Origin perdiera, el contrato de un mes con SpaceX desaparecería, lo que permitiría comenzar el trabajo con la NASA en la Starship y se invitaría a la compañía de Bezos para lanzar su módulo de aterrizaje en una competencia futura. Sin embargo, los abogados de la Agencia señalaron que lo que empieza como un retraso, puede planear riesgos tan grandes como que termine archivándose la misión de vuelta a la Luna.
Ver todos los comentarios en https://www.xataka.com.mx
VER 2 Comentarios