El ejército de los Estados Unidos ya habla sobre las medidas que deberán tomar en caso de tener que responder a un ataque contra sus satélites en órbita, donde tendrán que considerar el entorno espacial para evitar se generen escombros como en pruebas realizadas hasta ahora.
Esto, lo dio a conocer el coronel Scott D. Brodeur, director del Centro Nacional de Defensa Espacial y director de Operaciones de la Fuerza de Tarea Conjunta de Defensa Espacial durante la Conferencia de Tecnologías Avanzadas de Vigilancia Espacial y Óptica de Maui (AMOS), donde se discutieron las acciones a seguir en el caso de que se generara un conflicto con China.
El país asiático hizo en 2007 una demostración de su arma antisatélites, que generó miles de escombros en el espacio y a la que catalogaron como "catastrófica e irresponsable" por el número de residuos generados que siguen rastreando hasta la fecha.
Además de con China, el Departamento de Defensa ya esta tomando precauciones para un conflicto militar con Rusia en el espacio, que cada vez los funcionarios ven como algo casi inevitable, donde los Estados Unidos podría utilizar armas potenciales que hasta ahora han sido catalogadas en gran medida como clasificadas.
La repercusión en el medio ambiente será un elemento a considerar en las acciones militares espaciales
El coronel Brodeur, mencionó en su intervención que dentro de sus opciones de respuesta ante un conflicto armado en este nuevo sitio, siempre van a estar considerando la sustentabilidad general del medio ambiente como uno de los factores, donde si uno de los adversarios respondiera con una acción que cause escombros, termina por afectar a todos los involucrados por igual.
También señaló que las acciones de respuesta ante estos actos podrían extenderse a otros dominios además del espacio o en lugar de, porque si bien, no quieren tener una guerra en el espacio, necesitan contar con la versatilidad para reaccionar en cualquier entorno donde se encuentren.
Además aprovechó para criticar la clasificación excesiva a la que han sido sometidas las capacidades espaciales militares de los Estados Unidos, donde todos los desarrollos han sido considerados como de alto secreto, cuando también deberían estar considerando el mostrar a sus posibles adversarios de que son capaces, para disuadir así cualquier intento de ataque.
Dentro de la presentación también abordaron los trabajos realizados en torno a la conciencia del dominio espacial y el control de la superioridad, así como las preocupaciones del programa antisatélites chino, así como las pruebas del "muñeco de anidación" ruso", donde un satélite se lanza a otro con un mecanismo que le provoca muerte cinética o a través del impacto directo.