Un grupo de astrofísicos ha descubierto la que es la estrella más rápida conocida hasta ahora, S4716, que completa una órbita alrededor del agujero negro Sagitario A* (Sgr A*), ubicado en el centro de la Vía Láctea, en tan solo cada cuatro años, alcanzando velocidades de 8,000 kilómetros por segundo.
Esto significa que la estrella viaja dando vueltas a 29 millones de kilómetros por hora rodeando el agujero negro de 23.5 millones de kilómetros de diámetro, y acercándose a solo 150 millones de kilómetros de él, que equivale a casi 100 veces la distancia entre la Tierra y el Sol, algo "pequeño" a escala cósmica. A manera de comparación, la Tierra solo lo hace a unos 110,700 kilómetros por hora durante el perihelio, el punto donde está más cerca del astro, a unos 147 millones de kilómetros.
S4716 es parte de una agrupación densa y apretada de estrellas, llamada cúmulo S, que se encuentra orbitando cerca del centro galáctico y del agujero negro supermasivo de la Vía Láctea. Todas las estrellas que se encuentran en el cúmulo se mueven particularmente rápido, pero todas varían en su brillo y masa.
Una órbita y origen peculiar
De acuerdo con Michael Zajaček, astrofísico de la Universidad de Masaryk en Brno, República Checa, la órbita compacta de S4716 es "bastante desconcertante", pues las estrellas no pueden formarse tan fácilmente cerca del agujero negro.
Esto significa que la estrella en cuestión tuvo que "moverse hacia adentro", acercándose a otras estrellas y objetos en el cúmulo, lo que provocó que su órbita terminara por reducirse significativamente.
Otra estrella muy conocida del cúmulo es S2, que cuenta con un periodo orbital alrededor de Sgr A* de 16 años y se acerca al agujero a 18 millones de kilómetros, que a pesar de ser importante para el estudio de Sagitario A*, a menudo bloquea la vista al centro de la galaxia y hace más complicado estudiar el agujero negro central.
Para poder confirmar el rápido periodo orbital de S4716, se tuvo que refinar las técnicas analíticas de dos década y combinarlas con 20 años de observaciones, de acuerdo con Florian Peissker, astrofísico de la Universidad de Cologne y autor principal de la investigación.
Se utilizaron cinco telescopios, los instrumentos NIR2 y OSIRIS del observatorio Keck con sede en Hawái , y los instrumentos del Very Large Telescope SINFONI, NACO y GRAVITY, que permitieron conocer más detalles de la estrella con resultados inesperados, como lo describe el propio Peissker: "Que una estrella estuviera en una órbita estable tan cerca y tan rápido en las cercanías de un agujero negro supermasivo fue completamente inesperado y marca el límite que se puede observar con los telescopios tradicionales".
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