Un cohete de SpaceX se encuentra en curso de colisión con la Luna luego de casi siete años a la deriva en el espacio. El propulsor fue lanzado en febrero de 2015 desde Florida en una misión para enviar el Observatorio Climático del Espacio Profundo de la NOAA , o DSCOVR, que se encuentra monitoreando los vientos solares desde el primer punto de Lagrange (L1), ubicado entre la Tierra y el Sol.
Luego de completar la quema en sus propulsores y de enviar el observatorio a su destino, la segunda etapa del cohete Falcon 9 quedó a la deriva, en una posición lo suficientemente alta como para no regresar a la atmósfera de la Tierra ni con la energía suficiente para escapar de la gravedad del planeta y la Luna.
Desde entonces la etapa de unas cuatro toneladas métricas ha seguido una órbita caótica y ahora se encuentra en rumbo de colisión con la Luna a una velocidad de aproximadamente 2.58 km/s que deberá ocurrir en las próximas semanas.
Un evento único (hasta ahora) pero que no veremos en vivo
De acuerdo con Bill Gray, creador de Proyecto Plutón que se encarga de rastrear objetos cercanos a la Tierra, asteroides, cometas y otras cosas que flotan en el espacio, es muy probable que el impacto de la etapa tenga lugar cerca del ecuador del satélite el 4 de marzo, luego de que un sobrevuelo lunar cercano ocurrido el pasado 5 de enero alterara su curso y la acercara más a la Luna.
El choque debería darse en el lado oculto de la Luna, por lo que no será posible observar desde la Tierra el impacto. Sin embargo el Orbitador de Reconocimiento Lunar (LRO) de la NASA pasará por la zona después del choque, así como el Chandrayaan-2, instrumentos que podrán hacer análisis del sitio, tomar fotografías del nuevo cráter que se estima será de hasta 20 metros de ancho.
Aunque no será visible en tiempo real, los científicos podrían aprovechar el evento para obtener datos adicionales sobre el satélite y observar el material del subsuelo expulsado por el impacto del cohete, o directamente el tamaño y la forma del cráter que dejará a su paso.
Según menciona Bill Gray, esta sería la primera vez que un objeto de basura espacial llega de forma accidental a la Luna. Ya en 2009 la NASA estrelló de forma deliberada un proyectil con fines científicos para levantar una columna de escombros e identificar los materiales que la componían, como parte de la misión LCROSS.
Imágenes: SpaceX
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