Un grupo de científicos ha encontrado el cráter dejado por un enorme asteroide que se estrelló contra Marte hace unos 3,400 millones de años, desencadenando un "mega-tsunami" de casi 250 metros de alto.
El resultado de la explosión, dicen los investigadores, es parecido al impacto del asteroide en la Tierra que acabó con los dinosaurios, según detalla la nueva investigación publicada en la revista Scientific Reports.
De acuerdo con trabajos anteriores, a pesar de que la superficie de Marte ahora es fría y seca, hay una gran cantidad de evidencia que sugiere que el agua de un océano cubrió el planeta hace miles de millones de años. Incluso, se encontraron señales de que dos impactos de meteoritos pudieron haber desencadenado un par de mega tsunamis hace unos 3,400 millones de años.
El más antiguo, inundó unos 800,000 kilómetros cuadrados, mientras que el más reciente lo hizo en una región de más de un millón de kilómetros cuadrados.
Eventos "de extinción", pero en Marte
En un estudio de 2019, se descubrió lo que pudo haber sido la zona cero para el mega tsunami más joven, el cráter Lomonosov, un agujero de 120 km de ancho en el suelo en el Ártico marciano, y el tamaño sugiere que el impacto fue similar en escala al de un asteroide de 10 km de ancho que golpeó cerca de Chicxulub en México hace unos 66 millones de años, derivando en la extensión masiva del 75% de las especies de la Tierra, entre ellos los dinosaurios, excepto las aves.
Sin embargo, en la nueva investigación, se detalla que hay evidencia de haber encontrado el punto de origen del mega tsunami más antiguo, el cráter Pohl, de 111 kilómetros de ancho.
En este lugar fue donde se enfocaron los científicos con el aterrizaje del Viking 1 de la NASA, la primera nave espacial en operar con éxito en la superficie de Marte, que aterrizó en 1976 en Chryse Planitia, una llanura en la región ecuatorial al norte del planeta.
La zona se encontraba cerca del punto final de un canal gigante, Maja Valles, excavado por una antigua inundación catastrófica, siendo la primera vez que se identificaba un paisaje extraterrestre tallado por un río.
Aquí, en lugar de descubrir características sobre inundaciones, como islas desgastadas por el flujo de agua, se encontró una llanura cubierta de rocas, que ahora los científicos sugieren son restos de un mega tsunami, una ola gigante que las transportó lejos del lugar del impacto cósmico.
El cambio de la superficie, gracias a los asteroides
Según el autor principal del estudio, Alexis Rodríguez, científico planetario del Instituto de Ciencias Planetarias de Arizona, para explicar esto, "el fondo marino habría sido arrojado al aire, alimentando la ola con sedimentos y probablemente ayudando al desarrollo de un catastrófico frente de escombros".
Además, se analizaron mapas de la superficie marciana, creados mediante la combinación de imágenes de misiones anteriores, ubicando a Pohl a unos 900 kilómetros del sitio de aterrizaje de Viking 1, dentro de una región de las tierras bajas al norte de Marte.
Rodríguez detalla que el enfoque inicial de la investigación para identificar el impacto desencadenante del mega tsunami, fue buscar un cráter que cumpliera con determinados criterios, por ejemplo, que estuviera debajo de los residuos congelados del océano que tuvo el planeta y de los canales que descargaban las inundaciones que lo formaban, donde Pohl fue el único que los reunía.
Esto llevó luego a que los científicos realizaran simulaciones para sorprender cómo podría haberse originado el cráter, donde el asteroide de unos 9 km de ancho, habría desatado una energía equivalente a 13 millones de megatones de TNT en caso de encontrar fuerte resistencia al suelo, y de tener una débil resistencia, su tamaño sería de 3 km de ancho, pero liberando energía de 500,000 megatones de TNT. En comparativa, la bomba nuclear más poderosa en la Tierra jamás probada es la Tsar de Rusia, con fuerza de 57 megatones.
Además, también se descubrió que en cualquiera de los impactos, la ola masiva pudo haber llegado a los 250 metros de altura en tierra, por lo que el choque de Pohl sería similar al de Chicxulub.
Por lo pronto, el siguiente paso, detallan los investigadores, es obtener más información sobre cómo podría haber cambiado el antiguo océano marciano entre los dos mega tsunami, para conocerlos efectos biológicos potenciales, ya que con cada choque, se habrían generado sistemas hidrotermales submarinos que duraron miles de años y proporcionaron energía y entornos ricos de nutrientes.
Imagen: NASA/JPL-Caltech/UArizona
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