Durante el despegue y regreso a la Tierra los astronautas pueden experimentar "mareos por movimientos", con síntomas como pérdida de equilibrio, náuseas y vértigo, lo que puede dificultar realizar tareas críticas de la misión, como aterrizar o salir de una nave espacial.
Con la intención de estudiar a detalle la desorientación a la que los astronautas se pueden enfrentar, y las formas en que se puede aliviar el mareo por movimiento, la NASA utilizará una "máquina monstruosa". Este aparato recibe el nombre de "Kraken", un dispositivo de la Marina de Estados Unidos que puede hacer girar agresivamente a sus ocupantes como si estuvieran dentro de una lavadora.
Más allá de sus aplicaciones en el espacio, Kraken también puede ayudar a ofrecer opciones de tratamiento para los pacientes que tienen problemas de equilibrio en la Tierra.
Así es la "máquina monstruosa"
Kraken es una plataforma de 100 toneladas de peso y 15 metros de largo, ubicado ubicada en la Base de la Fuerza Aérea Wright-Patterson que puede replicar distintos tipos de vuelo para desorientar a sus ocupantes con cambios repentinos de balanceo, cabeceo o guiñada (movimientos típicos en aviones o en naves espaciales), agregando incluso sacudidas horizontales y verticales.
Para la NASA, dice el comunicado oficial, se usará una configuración de vuelo "espacial" para que los científicos de la agencia puedan estudiar si una tecnología específica, además de movimientos de cabeza, pueden ayudar a aliviar el mareo que experimentan algunos astronautas.
De acuerdo con Laura Bollweg, quien administra la investigación de salud de los astronautas en el Centro Espacial Johnson de la NASA, Kraken es grande y ágil, pues cuenta con la capacidad de moverse en seis direcciones sobre su eje, simulando "escenarios de vuelo complejos" difíciles de recrear en la Tierra, entre ellos escenarios de aterrizaje que podrían provocar vértigo y náuseas.
Astronautas mareados por la "investigación"
Para el estudio, los científicos de la NASA y la Marina reclutarán a 24 miembros del servicio activo para "viajar" en el Kraken durante 60 minutos, donde el aparato los hará girar a aceleraciones de hasta tres veces la fuerza de gravedad para simular lo que experimentan los astronautas al regresar a la Tierra por primera vez.
Después, 12 de los los voluntarios realizarán giros e inclinaciones de cabeza prescritos mientras usan lentes de video que rastrean sus movimientos de cabeza y ojos.
Con estos dispositivos capturarán las mediciones asociadas al mareo por movimiento, recogiendo datos como la cantidad de parpadeos de los participantes y sus cambios de frecuencia cardiaca, además de que tendrán que responder preguntas en tiempo real sobre que tan desorientados y enfermos se sienten.
Los demás voluntarios no realizarán ningún movimiento de cabeza y deberán completar cuatro tareas: equilibrio de pie sobre espuma con ojos abiertos y cerrados, su velocidad en una caminata de casi 10 metros, resistencia en una caminata de dos minutos y el tiempo en que tardan en realizar pruebas como pasar por encima de un obstáculo, retos que se vuelven más complicados tanto por el mareo y la falta de equilibrio.
Hasta ahora, las experiencias de los astronautas sugieren que realizar "ligeros movimientos" de la cabeza les ayuda a recuperar el sentido del equilibrio más rápidamente, dice Michael Schubert, neurofisiólogo de la Universidad Johns Hopkins que es líder del estudio. Esto, en combinación con las pruebas de Kraken, podrá ayudar a determinar qué movimientos de cabeza, si los hay, ayudarán a los astronautas a recuperar su sentido en menor tiempo.
Si estos métodos se verifican, los astronautas podrán adoptar protocolos específicos para ayudarlos a adaptarse mejor a los cambios gravitacionales durante vuelos espaciales, especialmente en misiones largas y distantes.
Los usos adicionales de los resultados
Otra de las aplicaciones de este estudio son ver si los movimientos de cabeza ayudan a pacientes con problemas de equilibrio, para lo que 24 pacientes civiles intentarán completar las mismas cuatro tareas de uno de los grupos, con movimientos de cabeza de antemano o sin ellos.
Estos pacientes civiles son un grupo único, pues a todos se les extirparon tumores de sus oídos internos, en un proceso que incluye cortar un nervio central para lograr mantener el equilibrio, lo que deriva en que a menudo sufran mareos y vértigos.
En caso de confirmar que los movimientos de cabeza les ayudan a estos pacientes, tanto la NASA como la Marina podrán ayudar a tener una serie de terapias disponibles para el público.
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