Captan una impresionante erupción generada por un agujero negro supermasivo a unos 12 millones de años luz de la Tierra

Un equipo de astrónomos australianos lograron producir la imagen más completa de la erupción de un agujero negro supermasivo a más de 12 millones de años luz de distancia, que vista desde la Tierra tiene una longitud de 16 lunas llenas colocadas una al lado de la otra.

En la imagen se muestran las emisiones de radio del material expulsado por el agujero casi a la velocidad de la luz, que se refleja en forma de dos lóbulos gigantes de plasma los cuales se extienden a más de un millón de años luz del centro de Centaurus A, una galaxia elíptica gigante.

Centaurus A es la quinta galaxia más brillante del cielo desde nuestro planeta y en el centro se encuentra este fenómeno que tiene una masa de 55 millones de soles. El agujero devora gas, polvo y otros materiales cercanos que luego expulsa en forma de chorros que se extienden en el espacio, creando así las burbujas masivas que se aprecian en la imagen.

Para lograr capturar el material del agujero negro se utilizó el telescopio Murchison Widefield Array (MWA) en el interior de Australia Occidental, que se caracteriza por no tener interferencias de radio y un amplio campo de visión.

Materiales siendo devorados y expulsados

De acuerdo con Benjamin McKinley, astrónomo de la Universidad Curtin en Australia y autor principal de un estudio que describe la erupción, esta imagen es una combinación de observaciones de radio, ópticas y rayos X.

En específico se pude ver el plasma emitido por el agujero en color azul, que se encuentra interactuando con el gas emisor de rayos X caliente (en color naranja), además de con el hidrógeno neutro frío que se muestra en color violeta. Por otra parte los tonos rojos representan líneas espectrales H-alfa que son características del hidrógeno al perder electrones.

McKinley también señaló que en anteriores observaciones no se podía apreciar el brillo extremo de los chorros y los detalles del área se encontraban distorsionados, pero que ahora se puede apreciar claramente el punto donde se concentra la energía y cómo esta se va dispersando hacia afuera a medida que la luz se hace cada vez más débil.