La misión Swarm de la Agencia Espacial Europea (ESA) sufrió un pequeño contratiempo en su trabajo para analizar el campo geomagnético de la Tierra. El problema fue provocado por una pieza de basura espacial que amenazaba impactar contra uno de los tres satélites (Alpha, Bravo y Charlie). apenas ocho horas después de que se detectó el resto.
De acuerdo con el reporte de la ESA, el incidente sucedió el pasado 30 de junio, cuando se pronosticó una colisión potencial contra Alpha, con un riesgo de impacto bastante alto, con lo que se tomó la decisión de actuar y quitar al satélite del camino.
Las maniobras para evitar las colisiones no son algo nuevo, pues hasta en ocasiones se realizan a bordo de la Estación Espacial Internacional, pero requieren de mucha planificación.
Esto es por que hay que verificar que el satélite no se está moviendo a otra órbita que lo ponga en riesgo de otras colisiones, además de calcular cómo regresar a la original con la menor cantidad de combustible y perdiendo la menor cantidad de datos posible.
El proceso debe pasar primero por la Oficina de Desechos Espaciales de la Agencia, que analiza los datos de la Red de Vigilancia Espacial de Estados Unidos y emite una advertencia de posible colisión a los equipos de Control de Vuelo y Dinámica de Vuelo de la ESA.
Sin embargo el problema es que las alertas se dan más de 24 horas antes de que la pieza de escombros se acerque más al satélite y en esta ocasión el equipo de Swarm recibió el aviso apenas ocho horas antes del incidente.
El reto adicional para la misión
Por si esto no fuera suficiente, los satélites de Swarm ya tenían planificada otra maniobra para pocas horas después de la posible colisión, que tuvo que cancelarse para darle a Alpha el tiempo suficiente de esquivar los escombros. Este otro movimiento también apremiaba, así que tuvo se tuvo que replanificar, recalcular y realizarse un día después.
La maniobra en cuestión era por que Alpha y Charlie se encontraban "escapando" de los efectos, del Sol, donde ambos satélites debían realizar 25 maniobras a lo largo de 10 semanas para alcanzar nuevas órbitas más estables.
Los efectos del Sol en cuestión eran por que el astro se encuentra actualmente en una parte muy activa de su "ciclo solar", lo que aumenta la densidad de la atmósfera superior de la Tierra. Esto significa que los satélites funcionan a través de un aire "más denso", lo que los ralentiza, por lo que requieren más combustible para permanecer en órbita.
Por esto, Alpha y Charlie se estaban moviendo hacia una parte menos densa de la atmósfera donde pudieran permanecer en órbita y recolectar datos científicos sin problema. Si esta maniobra no se hubiera realizado, las rutas de los dos satélites se habrían cruzado, dejando "bizca" la misión hasta que no se realinearan.
El equipo de Swarm señala que junto con el equipo de Dinámica de vuelo en control de misión de la ESA, se pudo planificar y llevar acabo la acción evasiva para evitar la basura espacial en solo cuatro horas, y la maniobra para modificar su órbita se realizó 24 horas más tarde.
El riesgo latente para los satélites
Por lo pronto la ESA informa que el satélite se encuentra fuera de peligro del pedazo de basura y ha completado su ascenso a órbitas más seguras junto a Charlie, pero el riesgo de más escombros sigue presente.
Para solucionarlo, la Agencia informa que se están desarrollando nueva tecnología capaz de rastrear los escombros, así como nuevas herramientas informáticas para planificar y realizar más maniobras evasivas.
Otras acciones van desde trabajar pautas para limitar la cantidad de basura que se agrega y hasta en formas de "agarrar" los pedazos más grandes de escombros usando "garras espaciales", aunque también existen otras opciones, como la de Astroscale que busca acoplarse a cohetes usados en órbita baja para regresarlos a Tierra, la iniciativa Privateer de Steve Wozniak, o hasta integrar "velas de arrastre" en los satélites.
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