China continúa a la cabeza en la industria de los paneles solares, sin embargo, mantener costos muy bajos le ha provocado una crisis de sobresaturación. A esto se le suma que toda la cadena de suministros para producirlos también provienen del gigante asiático.
Con todo y los intentos de otras naciones para igualarle, las exportaciones de paneles chinos aumentaron 10% durante el mes de mayo en comparación del año pasado. Y los precios siguen a la baja.
Según informa The New York Times, la industria se tambalea en un hilo. Los fabricantes insisten en bajar los costos para adquirir clientes y como consecuencia, desde mediados de 2023 hasta la fecha, los precios se desplomaron en alrededor de 75%.
A pesar del panorama donde diversos fabricantes presentan pérdidas, la mitad ya vende por debajo de sus costos, y el valor de sus acciones ha comenzado a caer en picada. Pero la insistencia puede más, muchos de ellos continúan en la construcción de más fábricas.
Entre préstamos por parte de instituciones bancarias y el apoyo del propio gobierno, las empresas comenzaron a enfrentarse unas con otras por la supervivencia. Debido a la formulación de políticas industriales de China, Beijng mostró tolerancia a tales compañías incluso si fracasaban o no.
Si le "echamos sal a la herida", la industria recibe un nuevo golpe con la eliminación de subsidios por otro problema persistente en el país: la crisis inmobiliaria. Bajo este punto, su mayor fuente de ingresos se ha topado con pared. Los contratos en los que se acuerda que un inquilino pagará por el uso de un bien se han limitado, es decir, la capacidad para vender arrendamientos a largo plazo ya no es del todo viable.
Los desafíos persisten, pero algunas empresas sostienen que los despidos son una estrategia para prepararse para futuras expansiones mientras la construcción de nuevas fábricas sigue en marcha. La fe en la recuperación del sector ahora dependerá de otros impulsos: la inteligencia artificial y los vehículos eléctricos.
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