Cuando Reuters retomó que nuevas restricciones se avecinan para la empresa china, producto del cese a las prórrogas comerciales que Huawei obtuvo luego de su veto en Estados Unidos, la mirada mediática se posó sobre las actualizaciones de seguridad que los equipos reciben periódicamente. Ahora, Huawei tendrá que tener convenios con cada empresa con la que pretenda tener relación comercial alguna, en donde cada una debe de ser aprobada por el gobierno de Estados Unidos.
Pero, la ventaja de Huawei, es que desde el veto recurrió a la versión de código abierto de Android. La decisión obligada ahora tiene frutos: Huawei sí podrá seguir teniendo actualizaciones de sistema.
La propia empresa lo confirmó a Xataka México. La postura íntegra es la siguiente.
"Huawei continuará brindando actualizaciones de sistema y parches de seguridad. Nuestros consumidores continuarán recibiendo actualizaciones de sistema y de servicios gracias a la fortaleza de la comunidad de código abierto y nuestras avanzadas capacidades propias de investigación y desarrollo"
Huawei
Lo que dice el gobierno de Estados Unidos
La Oficina de Industria y Seguridad dice a través de un comunicado que Huawei ya no podrá utilizar tecnología estadounidense para la creación de sus procesadores, lo que antes ha producido declaraciones oficiales de la empresa sobre que la serie Mate 40 ya no contará con chipsets Kirin. Sucede que los procesadores, a pesar de que son de casa, son producidos como resultado de la colaboración con TSMC.
No obstante, que la puerta esté abierta para permisos excepcionales entre empresas estadounidenses y Huawei, siempre previa autorización del gobierno, es lo que ha causado los rumores sobre Qualcomm y su interés de proveer a la empresa china de futuros chipsets. Desde luego la aprobación de un intercambio comercial de esas magnitudes se ve complicada, pues la intención del gobierno de Estados Unidos es que Huawei no tenga acceso a tecnología hecha en el país.
Por ahora, Huawei solo mantendrá relaciones comerciales que tengan relación exclusiva con asegurar el mantenimiento de redes que ya están operativas en Estados Unidos.
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