¿Existe una burbuja de los relojes de lujo? Tal parece que sí, y a causa de quienes se hicieron millonarios a través de las criptomonedas, ha explotado.
La caída en los precios de estos accesorios de segunda mano es un factor clave detrás de la reciente disminución en las ventas de las marcas de moda de alta gama, lo que indica que la recuperación del mercado para los relojes más exclusivos podría tomar más tiempo del anticipado.
Lo anterior dado que durante el último trimestre de este año, las principales marcas de lujo enfrentaron una disminución en las ventas de relojes nuevos. Richemont, propietaria de marcas como Cartier y Vacheron Constantin, reportó una caída del 13% en esta categoría.
LVMH, liderada por Bernard Arnault, también enfrentó una caída del 4% en su división de relojes y joyería, lo que impactó directamente la fortuna de Arnault, quien perdió el título de persona más rica del mundo, según Forbes. Hermès también se vio afectada, con una reducción del 4.9% en las ventas de relojes.
Pero ¿qué tienen que ver las criptomonedas en todo esto? En primer lugar, se debe tener en cuenta que el elevado valor de los relojes de lujo los convirtió en una inversión muy deseada después de la pandemia. Es ahí donde entran los inversores en divisas digitales, quienes aprovecharon las rápidas ganancias generadas por el la fiebre del bitcoin, entre otras monedas.
Según informó The Wall Street Journal, el auge de los criptomillonarios coincidió con un aumento en la demanda de relojes de lujo. Dado que las este tipo de marcas mantuvieron una producción limitada de piezas nuevas, el mercado de segunda mano experimentó un notable crecimiento.
Además, durante el lapso cuando se dieron las restricciones de movilidad, los millonarios centraron su gasto en bienes que podían disfrutar de inmediato. Los viajes o los coches de alta gama pasaron a segundo plano. Al igual que sucede con el arte, los relojes de lujo se percibieron como una inversión sólida. Así se convirtieron en una opción lógica.
A finales de 2022, modelos altamente demandados, como el Rolex Daytona, tuvieron un precio en tienda de alrededor de 14,500 dólares, pero podían revenderse en el mercado de segunda mano por hasta tres veces su valor original. Sin embargo, esta sobrevaloración, impulsada por la alta demanda, ha disminuido drásticamente en conjunto con su atractivo como inversión a corto plazo.
Con el fin de la pandemia y el encierro, la demanda de productos de lujo, tanto nuevos como de segunda mano, sufrió un desplome significativo. En contraste, sectores como los autos superdeportivos y los yates disfrutan de un "levantón". Se prevé que el mercado de yates de lujo crezca un 10.81% hasta 2029, mientras que el de vehículos registra un crecimiento anual del 3.72%.
Ahora, el exceso de oferta en el mercado de relojes de segunda mano afecta tanto las ventas como los precios de los modelos nuevos. Relojes que anteriormente se vendían en cuestión de días, se estancan años para encontrar comprador. No importa si son Rolex o Patek Philippe, pueden tardar de tres hasta seis meses en ser adquiridos.
Al final, los files clientes son los que deciden. Marcas con una sólida tradición relojera en el sector del lujo, precisamente como Patek Philippe, logran mantener sus ventas apoyándose en su reserva de pedidos.
En cambio, las más "generalistas", como TAG Heuer o Hublot, enfrentan mayores desafíos. Su clientela que tiene un mayor vínculo al mundo de la moda no percibe sus relojes con el mismo estatus o valor que modelos icónicos de Rolex o Audemars Piguet.
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