Mientras los CEO no quieren el home office, el 58% de los empleados aceptan que usan el "coffee badging" a manera de protesta

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El trabajo desde casa no suele ser la mejor idea para muchos de los directivos de las compañías, quienes están convencidos de que lo más eficiente es que los empleados regresen a la oficina, descartando incluso el uso de un modelo híbrido.

Como método de "rebelión", los trabajadores que se ven prácticamente obligados a abandonar el teletrabajo han comenzado a adoptar el "coffee badging", una tendencia laboral que impacta directamente en la productividad de las empresas.

El café como pretexto

De acuerdo con la empresa Owl Labs, entre los empleados de Estados Unidos que han adoptado un modelo híbrido, el 58% reconoce hacer uso de esta técnica en sus espacios de trabajo, ya que consideran que la obligación de sus jefes es "absurda". El 77% de los encuestados afirma que es más productivo cuando trabaja desde casa.

Para estos trabajadores, la idea de contar con un modelo híbrido y tener que ir a la oficina por el mero hecho de hacerlo es una forma en que los jefes justifican su sueldo y su presencia.

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Por esto, han optado por la medida de coffee badging, que consiste en asistir al trabajo, validar su asistencia, tomar un café, participar en alguna conversación y luego desaparecer de la oficina durante el resto del día.

Las reacciones de los empleados

Además, el estudio también indica que otras herramientas del pasado, como mesas de ping pong o desayunos incluidos, eran más que suficientes para captar la atención de los trabajadores.

Sin embargo, con la pandemia, donde se adoptó el home office de par en par, la vuelta a la oficina se ha convertido en un problema para los empleados, liderados por la Generación Z, que recurren a la rebelión para solucionar sus problemas.

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Para evitar estas situaciones, algunas empresas como Meta, Roblox y Amazon han planteado estrategias interesantes, como realizar controles de asistencia para asegurarse de que los trabajadores se presenten al menos tres días a la semana.

Aun así, esto no siempre resulta ser la mejor idea, como lo demuestra la estrategia de los trabajadores para evitar asistir a la oficina.

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