Escribir a mano es una práctica que activa distintas regiones del cerebro para conectar la mano con el cerebro. Dichas áreas cerebrales ayudan a impulsar la creatividad, la lógica, la coordinación motriz y, según estudios, también mejora el aprendizaje. Al menos eso encontraron investigadores en la Universidad de Ciencias y Tecnología de Noruega.
La publicación del artículo resalta la importancia de seguir practicando la escritura a mano, sobre todo en los más chicos. Y es que con los procesadores de texto actuales y la digitalización de la enseñanza, escribir manualmente está cada vez más en peligro.
Antes de saltar al estudio en cuestión, me parece que es un buen ejercicio pensar en cuándo fue la última vez que escribimos a mano. En mi caso, antes de volver a tomar clases al inicio del año, tenía más de seis meses que no lo hacía, algo que provocó que me doliera la mano apenas comenzar a hacerlo de nuevo.
Activando diversas bandas cerebrales
Pero volviendo al artículo, se utilizaron electroencefalogramas (EEG) para realizar los análisis de actividad cerebral al escribir. El equipo utilizado se conforma de 256 sensores o electrodos, los cuales se distribuyen por el cuero cabelludo para capturar la actividad eléctrica que produce el cerebro y así identificar los cambios en la frecuencia dependiendo de la actividad o función que se desee investigar.
En este caso, se estudió a 36 estudiantes universitarios a quienes se les solicitó que realizaran una serie de tareas de escritura a mano o en teclado, todo con el EEG colocado. Se proyectaron palabras en una pantalla a los participantes, las cuales tenían que registrar de acuerdo a cómo se les especificó, escribiendo con una pluma sobre una pantalla táctil o tecleando, utilizando solo el dedo índice.
Los resultados del estudio demostraron que hay notables diferencias en los patrones de conectividad en distintas áreas del cerebro. En particular, se encontró la presencia de las bandas de frecuencia theta y alfa al escribir manualmente. Ambas frecuencias están asociadas a distintas oscilaciones en las ondas cerebrales que se ligan con determinados estados mentales y funciones cognitivas.
La onda theta oscila entre los cuatro y ocho Hz, y se relaciona con estados de relajación, meditación y sueño ligero. De igual forma, está ligada a la memoria de trabajo, atención y procesamiento espacial. En cuanto a la onda alfa, esta oscila entre los ocho y 12 Hz, la cual también está asociada a estados de relajación, pero en alerta, como cuando cerramos los ojos aunque no estemos dormidos. Se sugiere que esta banda se presenta con la inhibición de actividad cortical, esto significa que se "apagan" otras regiones que no son necesarias para la tarea en cuestión y así el cerebro se enfoca en realizar la escritura.
Una herramienta polifacética
Al ser una actividad psicomotriz, este tipo de escritura procesa la imagen mental de lo que queremos plasmar y lo traduce en los movimientos que realiza la mano para plasmar letras, números y símbolos. La investigación también determina que esta práctica activa la corteza visual y sensorial, algo que mejora los procesos de asimilación y codificación de nuevos conocimientos.
Es por ello que se recomienda la escritura a mano como una gran herramienta para el aprendizaje pues el cerebro se concentra en realizar la tarea y absorbe mejor la información. Después de todo, el papel y la pluma no te mandan notificaciones constantemente, por lo que tampoco hay tantos factores externos si se está determinado a escribir.
Otro estudio, realizado por una investigadora de la Universidad de Washington, encontró relación entre la escritura a mano y habilidades lógico-analíticas de tal manera que fomenta la formación de ideas más claras y complejas en niños. Este estudio se realizó en alumnos de segundo, cuarto y sexto grado de primaria, además de lo ya mencionado, también sugiere que ayuda a procesar las ideas, con una mejora en los niños para poder plasmar lo que piensan, utilizando un vocabulario más variado y más rápidamente.
Pero no solo eso, una investigación realizada entre la Universidad de Chicago y la Universidad de Zhejiang (sí, otra colaboración entre China y Estados Unidos), demostró que escribir a mano también se relaciona con una mejor toma de decisiones.
En definitiva, es una práctica que ayuda en diversas áreas del aprendizaje, psicología y razonamiento humano. Asimismo, de manera muy personal, escribir a mano me ha ayudado a aterrizar mis pensamientos y mejorar la comprensión en diversas áreas, desde las científicas hasta las artísticas. Fue algo que me funcionó mucho en la universidad y que también me ha ayudado a expresar mis sentimientos.
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