El resultado de una investigación de la Profepa sobre irregularidades en un zoológico de Chilpancingo son llamativamente horribles. El resultado de la investigación hecha por la Profepa, la Semarnat y la Secretaría de Medio Ambiente de Guerrero, arrojó que en el zoológico 'Zoochilpan' de Chilpancinco se sacrificó a cuatro de sus cabras enanas para que luego fueran platillo durante la cena de año nuevo.
Ese es apenas el inicio. Luego de varias quejas por maltrato animal y desaparición de varios especímenes, las dependencias concluyeron que cuatro watusis fueron vendidos por 65,000 pesos (dinero que nunca se vio reflejado en los balances de cuentas del zoológico), una cebra fue intercambiada por tres ciervos rojos, borregos de Berbería fueron vendidos, un venado murió por negligencia y 10 serpientes, una guacamya y un jaguarundi están desaparecidos sin explicación alguna.
Trueques, sacrificios y negligencia
Las dependencias no incluyeron en el comunicado conjunto de la investigación lo que tiene que ver con las cuatro cabras que fueron sacrificadas. Información de las cuatro cabras fue dada a conocer solo en la conferencia de prensa que se tuvo sobre las irregularidades del zoológico.
Hay varios problemas adicionales en cada caso de ejemplares perdidos o intercambiados en trueques. En cuando a los watusis otorgados, el zoológico dio cuatro y tenía cinco, de manera que un ejemplar se quedó en conservación y ello implica que no hay posibilidad de su reproducción. Ese intercambio, al igual que el de la cebra por los tres ciervos que recibió el zoológico, nunca fue notificado. La cebra está totalmente desaparecida y la Profepa ignora dónde puede estar.
El venado que murió por negligencia se recibió en el zoológico luego de que recibiera mordeduras de perros. En el reporte de la necropsia se dice que hubo heridas muy profundas y que el venado no sobrevivió por el estrés del traslado hacia el zoológico, pero la versión de la persona que rescató al venado del ataque de perros es que el ejemplar se entregó con sangrado leve y que el animal podía caminar sin dificultad.
Personal de protección civil asegura que el exdirector del zoológico, José Rubén Nava, aplicó solo una inyección de un antiinflamatorio, aunque no aplicó alguna técnica para contener las hemorragias. Trabajadores del zoológico dicen que el exdirector quitó las astas del venado y, al día siguiente, el venado murió y fue enterrado en el zoológico.
"El anterior director fungía como todólogo del zoológico, al haber sido director, técnico del zoológico ante Semarnat y, además, fungía como jefe del área médica. Los que estaban renunciaron por cuestiones de corrupción por parte del mismo exdirector", según dijo el titular de la Secretaría de Medio Ambiente del estado, Ángel Almazán Juárez.
Cinco borregos de Berbería también fueron reportados como intercambio, aunque el zoológico solo notificó en esas fechas la recepción de una impresora "con valor aproximado 6,500 pesos", según la investigación. "Se sabe que [el exdirector] recibió la cantidad de 54,000 pesos", dijo Almazán. Otras irregularidades relacionadas con recursos son la compra fantasma de al menos 54 fármacos, cuyo valor asciende a 24,000 pesos, y que todos los estudios ordenados por el zoológico se hicieron en un laboratorio de la familia del exdirector Nava, lo que elevó los costos de las pruebas, según la investigación.
Y claro, está el tema de las cabras sacrificadas. La investigación concluyó que fue el exdirector quien ordenó sacrificar cuatro ejemplares, mismos que fueron "cocinados en la instalación del mismo zoológico y utilizados como comida en el festejo de fin de año pasado". Los animales, desde luego, no eran aptos para consumo humano.
El exdirector Nava estuvo en sus funciones por 10 meses y no se reporta que haya sido ni aprehendido ni vinculado a proceso.
