150 kilómetros del litoral de Quintana Roo están cubiertas ya de sargazo, en una temporada en la que se prevee se rompan récords de las algas en descomposición en playas mexicanas. El problema no solo es uno para el turismo, es uno también ecológico y hasta de infraestructura, pues de continuar así impactará en la construcción del tren maya.
El sargazo está compuesto por varias especies de algas que nacen y se multiplican en el océano, pero cuyos restos son arrastrados por toneladas a las playas. Ahí se descomponen y generan sulfuro de hidrógeno, lo que les da el particular olor desagradable que les caracteriza. Además generan ácido sulfúrico, que contamina playas y mata toda la fauna que esté en los alrededores.
El problema ha sido constante en playas, pero este 2019 se espera haya un 300% más sargazo respecto al 2018.
Combatir algas con más algas
En 2018 el gobierno de Quintana Roo gastó 240 millones de pesos en el combate al sargazo y se erogaron 62 millones del Fondo Nacional de Desastres. El dinero sin embargo solo se ha ocupado en trabajos de recolección del sargazo que ya está en playas.
El Proyecto Escudo es el más avanzado que se tiene para proteger a la Riviera Maya y al litoral del Caribe Mexicano. El 4 de abril pasado fue presentado por empresas y científicos del Consejo Técnico Asesor para el Sargazo al Fonatur, en donde la idea consiste en plantas más algas, pero a un nivel profundo en el mar. La idea es que las mismas algas sirvan como escudo ante los restos de algas muertas que ya flotan en el océano.
En teoría, las macroalgas podrían capturar sargazo a de entre uno a tres kilómetros hacia dentro del mar. En la barrera natural se acumularía el sargazo, mismo que habría que recolectar para luego llevarse a un centro de acopio.
Fonatur, que se ha mostrado abierto a la idea, ha dicho que el costo del proyecto sería de entre 40 y 50 millones de dólares, lo que equivaldría a lo que se tiene previsto para el proyecto del tren maya. De la gestión de los recursos no se ha sabido más.
En el resto de las ideas que se han barajeado está el captar el agua con sargazo aún cuando esté en mar profundo para su reutilización, e incluso quemarlo con incineradores especiales, idea sugerida por el diputado de Quintana Roo Luis Alegre.
El alga ya está presente en algunas costas de Cancún, Tulum, Playa del Carmen y Puerto Morelos, aunque se espera llegue a Cozumel, Bacalar y Xcalak en breve. De continuar así, el proyecto del tren maya también se vería afectado. Ya esta semana la relación costes-beneficio se vio alterada cuando su presupuesto se incremento en siete veces, pero la disminución de la ocupación hotelera para verano sería un golpe más al proyecto original presentado.
El problema de los fondos
Y aunque se cuentan por millones las erogaciones para combatir el sargazo, las matemáticas no han sido del todo claras para el Senado de la República. Ahora han comenzado un proceso para que la Auditoría de la Federación revise aquella bolsa de 240 millones que cedió el gobierno federal en 2018.
En aquel entonces se contraron a las empresas Goimar, ARCO y Dakatsu para colocar barreras ecológicas, pero a un año de distancia el sargazo está llegando de nuevo.
El Fonatour se ha demarcado por ahora. Rogelio Jiménez Pons, director del Fondo Nacional de Fomento al Turismo, aseguró que corresponde a Protección Civil hacer las diligencias para solicitar el presupuesto necesario para comenzar con los trabajos de limpia. "Creemos que la dependencia que debe encabezar es fundamentalmente Protección Civil por el sentido de emergencia del tema", dijo a El Universal.
Luego de días de desasosiego, y sin un plan preciso a seguir, el Senado cuando menos ha por fin organizado en conjunto con la Secretaría de Relaciones Exteriores un grupo de trabajo para combatir el sargazo, cuyas decisiones serán avaladas por un Consejo Técnico, Científico y Académico de la SRE.
Del 27 al 29 se organizará en Cancún el congreso internacional para atender la contingencia del sargazo.
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