El plátano tal como lo conocemos tiene los días contados, pero hay una variedad australiana que podría rescatarlo

El plátano tal como lo conocemos está en peligro de desaparecer. Desde hace años, productores, comercializadores e investigadores buscan una solución para este problema.

En el marco de estos esfuerzos, dos científicos belgas se encuentran explorando la selva tropical australiana en busca de un plátano pequeño, lleno de semillas y que eventualmente pueda convertirse en una de las frutas más consumidas por los seres humanos.

Los tipos de plátano hoy en día

La variedad de plátano que conocemos hoy no es la misma que hace 70 años. Hasta la mitad del siglo XX, la Gros Michel era la variante consumida, con un gran mercado. Sin embargo, todo cambió con la llegada de un hongo.

Durante ese siglo, la enfermedad de Panamá comenzó a devastar los cultivos de Gros Michel, prácticamente acabando con esta variedad de plátano hasta el punto de ser casi imposible de encontrar en la actualidad.

Plátano Gros Michel

En medio de esta catástrofe, surgió el Cavendish, un tipo de plátano que se caracterizaba por su resistencia a esta enfermedad. En la actualidad, más del 95% de los plátanos comerciales del mundo son de esta variante.

El regreso de la enfermedad de Panam

Sin embargo, una situación similar ha resurgido en los últimos años. Plagas específicas, como la sigatoka negra, han afectado al Cavendish, causando que las hojas se ennegrezcan, impidiendo la fotosíntesis y reduciendo significativamente el rendimiento de las plantaciones. Además, es difícil de combatir.

Eso no es todo, la enfermedad de Panamá ha vuelto a afectar al Cavendish, específicamente con una variante, la Tropical Race 4, que ha arrasado con las plantaciones del sureste asiático. Es solo cuestión de tiempo para que se propague al Atlántico.

La solución más viable parece ser la misma del siglo XX: buscar otra variedad. Esto es precisamente lo que están haciendo los dos investigadores belgas en Australia. Sin embargo, resulta sorprendente que estén en una región con solo dos variedades silvestres, en lugar de estar en la zona de Papúa Nueva Guinea, donde hay diez.

Según Bart Panis, científico de la Alianza Internacional para la Biodiversidad y el Centro Internacional de Agricultura Tropical, a diferencia de muchos cultivos cuyas plantas son fértiles y pueden cruzarse, el plátano comestible es estéril. Por lo tanto, se requieren "plátanos primigenios" para desarrollar una nueva especie.

Parte del trabajo de ambos investigadores es crear un mapa de diversidad genética para seleccionar una variante que no solo sea resistente a enfermedades, sino que también posea otras características deseables, como la tolerancia a la sequía.

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