Hace 17 años que la mariposa monarca no se posaba en el ejido Crescencio Morales, en Michoacán. Se le vio por última vez ahí entre 2003 y 2004, en lo que pareció un presagio de los malos años venideros que mermaron las poblaciones de la mariposa cuya ocupación pasó de ser de 11 hectáreas en el 2004 a menos de una en el 2013.
Luego de ese bache, la mariposa monarca ha dado signos de resiliencia: entre el 2020 y 2021 ocupó 2.1 hectáreas y luego, entre 2012 y 2022, su presencia aumentó en un 35% para una ocupación total de 2.8 hectáreas.
Y así, la mariposa monarca se le ha visto, por primera vez en 17 años, en el ejido Crescencio Morales.
Resiliencia monarca
La información es parte del reporte anual de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas y la Alianza WWF Fundación TELMEX Telcel. La noticia es "positiva", recalcó el director general de WWF México, Jorge Rickards, pero no hay que perder de vista que los esfuerzos de conservación deben continuar. No es para menos si se considera que previo al 2004 rara vez la ocupación de la mariposa monarca en tierras de Michoacán fue de menos de cinco hectáreas.
La Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas y la Alianza liberó el siguiente gráfico para ilustrar la tendencia a la baja de la presencia de la mariposa monarca en bosques mexicanos:
En 2022 las colonias de la mariposa monarca están mayoritariamente dentro de la Reserva de la Biosfera Mariposa Monarca: seis están en el perímetro y cuatro están fuera de ella. En cuanto a entidades, cinco de las colonias están en Michoacán y cinco más están en Estado de México. La distribución ha sido útil para la apertura santuarios que son aptos para que se visite a la especie.
Las amenazas a la mariposa monarca
Los peligros para la mariposa monarca están lejos de cesar y es imposible asegurar que la tendencia poblacional seguirá a la alza. Cada año millones de las mariposas que apenas pesan medio gramo llegan a México tras recorrer una buena parte del norte del continente, cerca de 4,000 kilómetros. Es ese esfuerzo el que hace única a una especie que históricamente ha demostrado ser tan resistente.
El viaje que repiten anualmente tiene todo que ver con su ciclo biológico. En Canadá y Estados Unidos las poblaciones de mariposas monarca encuentran sus hábitats reproductivas y, en México, las mariposas viajan para hibernar durante la temporada más fría del lado norte del ecuador.
Las amenazas que seguirán enfrentando las mariposas monarca para sobrevivir se cuentan por decenas y muchas tienen que ver con el cambio climático. Está por un lado la disminución de algodoncillos, el alimento principal de las orugas que, eventualmente, darán vida a las mariposas monarca. Una avanzada industrialización ha resultado en que los algodoncillos se consideren malezas que reducen la producción agrícola y, para colmo, son tóxicos para el ganado.
Luego entonces, no es un misterio que desde hace décadas deliberadamente los algodoncillos estén desapareciendo de la región central de Estados Unidos, donde solían estar.
La tala de árboles es otro gran problema. Pese a que existen decenas de miles de hectáreas protegidas en México, entre el 2011 y 2017 la degradación del bosque en la zona núcleo de protección fue de 1,682 hectáreas, según el plan de acción para la conservación de la mariposa monarca. Las cifras varían, pues hay otras estimaciones que arrojan más de 2,000 hectáreas afectadas, principalmente por la tala ilegal.
Por si la carencia de alimento para las orugas y la tala ilegal no fueran suficientes, también están las condiciones climáticas extremas. Temperaturas mayores a 35 ˚C puede acabar con las larvas y se ha demostrado que fluctuaciones severas en el clima disminuyen sus tasas reproductivas. Si se trata de frío, entre 2015 y 2016 las fuertes nevadas provocaron la muerte de 6.2 millones de mariposas dentro de la zona protegida en México. Esa observación provino directamente del Comité Científico Trilateral, un grupo de trabajo entre Canadá, Estados Unidos y México que sirve como consejo asesor para que la conservación de la mariposa monarca siempre esté encaminada por la ruta científica.
Los riesgos seguirán, pero la mariposa monarca también, y su más reciente aumento de presencia es un buen presagio para los científicos que velan por su seguridad, las alianzas sociales y políticas hechas en su favor y, desde luego, para la especie misma.
Ver todos los comentarios en https://www.xataka.com.mx
VER 0 Comentario