Luego de que el estado de Quintana Roo tuviera que emitir una declaratoria de emergencia por las cantidades de sargazo llegando a costas mexicanas, se puso en marcha un plan que contempla que la Marina se encargue de construir botes especializados para recoger el alga antes de que llegue a playas.
Lo peor es que incluso trabajando a contrarreloj, nada indica que la presencia de sargazo vaya a disminuir, pues se ha localizado un gigantesco cinturón de sargazo que atraviesa todo el océano Atlántico y que conecta a México con el oeste de África.
El estudio que lo revela fue publicado en la revista Science y en él se incluyen imágenes satelitales que dejan entrever la densidad del cinturón de sargazo que cruza el océano. Su crecimiento ha ido incrementando de forma exponencial desde el 2011.
"La nueva normalidad"
Las últimas imágenes que recopila el estudio son del 2018, de manera que el cinturón de sargazo podría ser en este momento aún más grueso. Hace un año los investigadores estiman que se estaría hablando de aproximadamente 20 millones de toneladas del alga en el mar.
El sargazo por sí solo no es perjudicial. En realidad el alga alimenta a especies marinas, pero en exceso puede dañar a corales en el mar y a más especies cuando se descompone en playas, liberando residuos tóxicos como ácido sulfúrico. Punto y aparte está desde luego las afectaciones que puede causar en lugares donde el turismo es una prioridad, como en la península de Yucatán.
Aunque no se han determinado con exactitud las causales del desenfrenado crecimiento del sargazo, el estudio de Science explica que podría ser la mezcla de varios factores, desde las corrientes de arena que se desprenden de África, hasta el incremento de fertilizantes en terrenos agrícolas. La suma de nutrientes ha hecho que el alga tenga más recursos para alimentarse y crecer sin medida. El problema es que de ser así, el cinturón de sargazo podría ser la nueva realidad en el Atlántico.
La primera sargacera, que son los botes que se dedicarán a recoger el alga en el mar, deberá estar lista para agosto, y una nueva se integrará a la flotilla cada mes. Se tiene previsto contar con entre 10 y 12 sargaceras, mientras que Conacyt y la UNAM están redoblando esfuerzos en investigación sobre el tema.
Imagenes | J Brew, The Weather Channel, Science
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