A principios de enero de 2022 el volcán submarino Hunga Tonga hizo erupción. Con esto se proyectó una enorme cantidad de agua a la atmósfera terrestre, que terminará por agrandar el agujero en la capa de ozono en los próximos años.
De acuerdo con Space, que entrevistó a Paul Newman, científico jefe de ciencia atmosférica en el Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA, el ozono puede estar en riesgo porque el agua emitida por el volcán ha causado un "enfriamiento significativo" en la estratósfera en latitudes medias del sur.
Recordemos que la erupción fue vista desde el espacio, se detectó por todo tipo de sensores y según las estimaciones, aumentó en un 10% la cantidad de agua en la estratósfera, la segunda capa más baja de la atmósfera de la Tierra, donde reside la capa de ozono, misma que protege al planeta de la radiación solar.
Componentes en la atmósfera que afectan el ozono
Por su parte, Vincent Henri Peuch, jefe del Servicio Europeo de Monitoreo de la Atmósfera de Copernicus, ha dicho que estas temperaturas más frías en la estratósfera aceleran el proceso de degradación del ozono, pues en condiciones como esta, se forman nubes estratosféricas polares que flotan entre 15 y 25 kilómetros, durante los meses de invierno.
Durante este periodo, las temperaturas de la estratósfera son más frías, generando un entorno químico adecuado para las sustancias a base de cloro que agotan la capa de ozono, que a pesar de su prohibición en 1989, siguen en el aire en determinadas altitudes destruyendo el ozono.
En la noche polar se produce el preprocesamiento de compuestos clorados, durante el invierno antártico en julio y agosto, por lo que una vez que la luz regresa en regiones polares alrededor de septiembre, terminan por afectar la atmósfera, y específicamente el agujero de ozono.
Una vez que la estratósfera se calienta cuando llega el verano antártico, este agujero comienza a cerrarse, desapareciendo para finales de noviembre.
El impacto del volcán
A pesar de que la erupción se dio en enero de 2022, los científicos no encontraron un impacto en el agujero de ozono de este año, por lo que las verdaderas consecuencias se esperan poder analizar el próximo.
Al respecto, Newman detalla que si bien, es especulativo hablar sobre el efecto del Hunga Tonga en el agujero de la capa de ozono sobre la Antártida, estaba "bastante seguro" de que se notaría la diferencia.
El científico señala que el efecto será detectable y bastante grande, aunque las condiciones en esa región del planeta pueden cambiar y hacer que el cambio no sea tan evidente.
Las buenas noticias, a pesar de todo
Según Space, los científicos no están preocupados por el aumento temporal en el tamaño de la capa de ozono. Recordemos que la Organización Meteorológica Mundial reveló que la capa de ozono se está recuperando del agotamiento causado por productos químicos con bromo y cloro, usados en aerosoles y refrigerantes desde la década de 1950.
De acuerdo con la evaluación pública, gracias a las medidas tomadas por el Protocolo de Montreal, la mayor parte de la capa de ozono debería sanar en las próximas dos décadas, aunque en el caso del agujero antártico, este se tiene proyectado termine por desaparecer para aproximadamente el 2066.
El agujero en la capa de ozono durante 2022
A pesar de los éxitos de este protocolo, las mediciones satelitales señalan que el agujero todavía puede alcanzar tamaños considerables o durar más tiempo. Por ejemplo, en los últimos tres años, este fue más grande y permaneció abierto hasta diciembre.
Peuch detalla que estos comportamientos inusuales pueden ser por fluctuaciones en el vórtice polar provocadas por el cambio climático, y aunque se espera que el de este año sea también grande y duradero como los tres predecesores, sobre todo con el vapor de agua del Hunga Tonga, los científicos confían a que a largo plazo este se termine reduciendo.
Imagen: Maxar Technologies
Ver todos los comentarios en https://www.xataka.com.mx
VER 0 Comentario