Los puntos IMECA están muertos desde 2019, pero la forma en que se funcionaron como índice para medir la calidad de aire dejó confusiones con cómo se calculan hoy en día las contingencia ambientales (y la calidad del aire) en Ciudad de México y toda la Megalópolis.
El Índice Aire y Salud actual es distinto al antiguo IMECA (índice Metropolitano de Calidad del Aire) por varias razones. Esencialmente, el Índice Aire y Salud actual que está vigente desde 2020 es más sensible y por ello la calidad de aire se designa como "mala" o "extremadamente mala" al tener concentraciones de contaminantes más bajos.
De no considerar las concentraciones distintas, fácilmente podría pensarse que desde 2020 la Megalópolis tiene cada vez peor calidad del aire.
Más o menos contaminación
La Comisión Ambiental de la Megalópolis ha hecho una conferencia para despejar dudas, a propósito de las últimas contingencias ambientales que se han activado. El Índice Aire y Salud contempla las siguientes concentraciones de contaminantes para determinar cuando la calidad de aire de la Zona Metropolitana del Valle de México es buena o mala:
A diferencia del IMECA, el índice actual considera principalmente el estado de la calidad del aire de las últimas tres horas al momento de estimar concentraciones y determinar si la calidad de aire es buena, aceptable, mala, muy mala o extremadamente mala. En el antiguo IMECA se promediaba la calidad de aire de las últimas 24 horas, lo que daba como resultado un puntaje menos actualizado.
La que parece una diferencia menor, no lo es en lo absoluto: las palabras "mala", "muy mala" o "extremadamente mala" para hablar de calidad de aire no significa lo mismo que hace cuatro años, cuando funcionaba el IMECA.
Un ejemplo: si se registraran en Zona Metropolitana del Valle de México .140 partículas por millón de ozono, el índice actual considera que hay "muy mala calidad del aire". En la antigua escala, .140 partículas por millón de ozono serían equivalentes a calidad de aire "mala".
Las contingencias ambientales
"El índice actual establece en términos generales una reducción en los umbrales de cada una de las bandas", dijo en la conferencia el ingeniero Sergio Zirath Hernández Villaseñor, director general de Calidad del Aire de la Ciudad de México.
Los umbrales distintos suelen producir confusiones en lo que tiene que ver con concentraciones y activación de contingencias, pero en realidad, el Índice Aire y Salud y en su momento el IMECA son independientes de los programas de contingencias ambientales de las ciudades en el país.
Específicamente en la Megalópolis y en lo que se trata de ozono, la contingencia ambiental se activa cuando se detectan 154 partes por millón en promedio de una hora. La etapa II se activa cuando se alcanzan 204 partículas por millón.
Cuando estaba vigente el IMECA, el inicio de la contingencia de ozono en la Megalópolis coincidía con el umbral que establecía que con 154 partículas por millón la calidad de aire empeoraba de "mala" a "muy mala". En el actual índice la calidad de aire puede ser "muy mala" y no ser meritoria para la activación de una contingencia dado que 131 partes por millón bastan para alcanzar la categoría de "muy mala" calidad del aire.
"Hoy a pesar de que lleguemos a rojo, si no alcanzamos los 155, la autoridad no determina una contingencia ambiental atmosférica", explicó el ingeniero Zirath.
Las siguientes dos tablas establecen son indispensables para entender la correlación entre los números necesarios para activarse contingencias ambientales en las Megalópolis (que pueden ser activadas por ozono, PM10 y PM 2.5), y los números del Índice Calidad y Aire que están en la columna de la NOM-172-SEMARNAT-2022.
Riesgos a la salud
Hablar de contaminantes es importante por los riesgos que implica para la salud. Las categorías son la guía en que la Comisión Ambiental y la norma han conseguido aterrizar las recomendaciones de no realizar actividades ejercicio y segmentarlas con facilidad sobre si se dirigen a toda la población o solo a grupos sensibles. En calidad de aire "muy mala", el nivel de riesgo a salud es alto y se recomienda a toda la población evitar las actividades físicas y vigorosas, pero para grupos sensibles la recomendación es mucho más vigorosa y hasta se llama a acudir al médico en caso de síntomas respiratorios.
En la actual temporada de ozono se prevé la activación de hasta siete contingencias ambientales. De momento, ya se han activado dos contingencias por formación de ozono. Dado que la temporada de ozono termina en junio, es previsible que más contingencias sean activadas en las próximas semanas.
Imagen de portada | Enrique Dans
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