Las cifras son escalofriantes: si se siguieran los líneamientos y se respetaran los topes máximos de contaminantes en Ciudad de México, establecidos por la OMS, se podrían evitar 12,000 muertes prematuras anualmente. Los datos del Instituto Nacional de Salud Pública son peores: eleva el intervalo a de 13 a 20 mil muertes, todo, por el exceso de particulas finas (PM).
De ello da cuenta la recomendación de la Comisión Nacional de Derechos Humanos que ha hecho un llamado a instancias de los tres órdenes de gobierno a garantizar los derechos a la salud, y a un medio ambiente sano.
El problema no está solo en el área metropolitana
En el documento expone que con cifras de 2006, en la zona metropolitana y alrededores, 284 días del año la cantidad de ozono en el ambiente sobrepasó los límites establecidos, lo que equivale a 77 por ciento de todo el año. El problema no se limita a la región: Guadalajara sobrepasó los límites en 68 días y Monterrey en 14. Si hablamos de partículas finas, al listado se incorporan Ciudad Juárez con 30 días de rebasar los topes establecidos, y Toluca con 79. Lo peor: la CNDH asegura que los niveles de contaminación no han disminuido considerablemente de 2016 a la fecha.
La CNDH llama la atención de que hay un gran número de ciudades que no están generando información suficiente para monitorear la calidad de su aire. Las peores punteadas son Tijuana, Chihuahua, Torreón, Colima, Ciudad Madero, Nuevo Laredo, Guerrero, Chiapas, Oaxaca y Yucatán. No soo es que se genere poca información, sino que se han detectado estaciones que se dedican a la medición de la calidad del aire, que no funcionan correctamente.
La CNDH hace énfasis en que al tema de la contaminación fuera de la capital del país, lo agrava la presencia de gasolina sin regulación de etanol. En 2016 la Comisión Reguladora de Energía publicó en el Diario Oficial de la Federación, una norma por la que se comenzó con la regulación del aditivo. De acuerdo a la comisión, el etanol incrementa sustancialmente las emisiones de los vapores en la gasolina, es decir, entre más etanol se tenga, las gasolinas son más contaminantes.
Sin embargo, las gasolinas sin etanol solo están contempladas en la zona metropolitana de Ciudad de México, Guadalajara, Monterrey y sus alrededores. En el resto de la república se tienen emisiones que son más contaminantes.
EL tráfico, el eterno problema
De vuelta a Ciudad de México, el aforo vehicular es uno de los peores agravantes de la calidad del aire. La recomendación de la CNDH recolecta datos arrojados por una consultora global en donde se determina que en Ciudad de México los traslados en automóvil son 66 por ciento más largos de lo habitual. Esto lo hace la ciudad más problemática a nivel mundial por congestión vial.
El aumento de partículas finas, muy por encima de los límites, es un dato revelador sobre nuestro uso intensivo del automóvil. El límite de finas partículas de 2.5 micrometros es de 10 ppm (partes por millón) de acuerdo a la OMS, el mismo límite es de 12 ppm según la Norma Oficial Mexicana, pero, las concentraciones anuales ascienden a 68 ppm en la capital del país. Sobre las estaciones que se dedican a medir estas partículas, de las 33 disponibles, solo una cumplió con los estándares de la norma vigente, de acuerdo al Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático.
El llamado de la Comisión Nacional de Derechos Humanos se formalizó siendo dirigida al Procurador Federal de Protección al Ambiente, al Secretario de Medio Ambiente, al de Economía, al de Salud, al presidente de la Comisión de Energía, a los gobernadores y jefe de gobierno del país, y a los presidentes municipales.
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En Xataka México | Cinco ideas locas (algunas ni tanto) para acabar con la contaminación en Ciudad de México
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