China quiere dominar al mundo tecnológico y ya sabe cómo hacerlo: está acaparando cobre como si no hubiese un mañana

China está implementando una estrategia de acopio de cobre que desafía los patrones históricos. A medida que nos adentramos en el mes de abril, las reservas del país han alcanzado casi las 500,000 toneladas métricas, una cantidad que eclipsa notablemente los acumulados en periodos similares de años previos, según reporta Financial Times.

Este acaparamiento no es casualidad, sino una jugada calculada del gobierno chino que busca asegurar una ventaja en industrias clave como la electrónica, la automoción eléctrica y las energías renovables. Al controlar una porción considerable de este recurso, China no solo asegura su propia cadena de suministro, sino que también se posiciona como un actor clave capaz de influir en la dinámica del mercado global y en la capacidad de innovación tecnológica de otras naciones.

China y la estrategia del cobre: un juego de poder global

La acumulación de cobre por parte de China va más allá de sus necesidades inmediatas, sugiriendo un intento de ejercer influencia sobre la cadena de suministro global de este metal esencial. En un contexto donde la producción minera se desacelera y la demanda china aumenta, el precio del cobre ha escalado un 10% en 2024, alcanzando picos de hasta 9,000 euros (163,021 pesos aproximadamente) por tonelada en el mercado londinense.

Europa, en su transición hacia una infraestructura energética basada en fuentes renovables, podría encontrarse en una posición vulnerable debido a esta táctica china. La dependencia del Viejo Continente de China, ya intensa, podría verse exacerbada, dejando a Europa en una situación comprometida.

Paralelismos con las tierras raras

El enfoque de China hacia el cobre refleja su estrategia con las tierras raras, recursos de los cuales ha controlado más del 90% de la producción mundial durante años, según el Servicio Geológico de Estados Unidos. No solo domina la extracción, sino también el procesamiento necesario para su uso industrial.

Frente a este escenario, Estados Unidos y sus aliados tienen la opción de buscar alternativas para reducir su dependencia de China. Un ejemplo de esto es el descubrimiento de un yacimiento de tierras raras en Suecia por LKAB, una empresa estatal, que podría contener más de un millón de toneladas de estos minerales. Si la explotación de este yacimiento es viable, representaría un avance significativo hacia la independencia europea de las tierras raras chinas.

Otra táctica que se está considerando es la disminución del uso de tierras raras, sustituyéndolas por otros materiales cuando sea factible. Aunque implementar esta estrategia no es sencillo, es viable en ciertos contextos de aplicación. Sin embargo, generalmente implica una considerable inversión en investigación y desarrollo para hacerlo realidad.

La estrategia de China con el cobre es un recordatorio de que los recursos naturales son una extensión del poder en el tablero geopolítico mundial. Mientras China fortalece su posición, Europa y sus aliados buscan caminos para asegurar su independencia y estabilidad en un mercado cada vez más influenciado por la diplomacia de los recursos. El cobre, un metal humilde, pero crucial, se ha convertido en el centro de una compleja red de poder y estrategia global.