Tarsicio huele la humedad. Un día antes de grabar analiza si el olfato le indica que lloverá mañana. También sale a sentir el viento, mucho viento podría ser desfavorable, pues todas las tomas del dron se mueven demasiado, poco aire sería contraproducente, pues en un hyperlapse lo que se necesita es ver movimiento a cuadro.
Más de cinco años en el negocio de capturar las mejores vistas, los mejores atardeceres, grabar video, tomar foto, contar historias, todo desde un dron, le han dado capacidades a Tarsicio Sañudo para saber sobre cómo las condiciones medioambientales afectarán justo lo que él quiere grabar.
No es lo mismo cómo se pinta una nube delgada, que una nube densa, así como no es lo mismo los tonos del atardecer de diciembre, que los de junio. A solo un año después de su video conmemorativo por su haber de cinco años en el negocio, Tarsicio regresa en grande, pero ahora con una trilogía de videos: Duoperia, Hyperia y Ulteria.
En Hyperia, el bagaje de Tarsicio es evidente: las nubes son pintadas de rojo con un sol que parece le selecciona al autor el tono exacto que busca en ellas; un Popocatépetl que exhala al mismo tiempo que el dron vuela; toda una ciudad que parece que posa, desde su caos e hiperbólica precisión.
Hyperia se llama así porque está compuesta de hyperlapses, técnica similar a la de los timelapses, pero que además involucra movimiento de cámara. Así, hay dos movimientos simultáneos: el captado a cuadro, y el del desplazamiento de la cámara. La técnica tiene registro de haberse usado desde mediados de la década de los 90, pero Tarsicio ha decidido usarla y combinarla con su popular formato con drones, y además, vincularlos a un producto con propósitos narrativos.
Esto es Hyperia.
Hyperia y el oficio de observar
Contactamos a Tarsicio para que nos contara sobre el proceso de elaboración de la trilogía de videos, y de lo primero que destaca es que, a pesar de las grandiosas vistas que ha conseguido, no siempre se trata de conseguir el día más claro e iluminado, "eso también es importante, para cada video entender qué tipo de clima necesito", dice.
La bruma y la contaminación pueden servir para proveer de atmósferas para propósitos específicos. También está el tema de los atardeceres: es diferente cómo el sol pinta las nubes, si estas son densas o delgadas. Si lo que se quiere es uniformidad casi siempre serán mejor las densas, pero las delgadas favorecen que haya focos de luz a nivel del suelo, particularmente útil para conseguir efectos dramáticos.
De una y otra forma, la dificultad viene al conseguir una ventana entre las nubes por el cual debe salir el sol, si solo hay nubes el sol se tapa.
"Cuando hay nubes delgadas si están repartidas, es muy probable que no haya nubes detrás densas que vayan a tapar el sol", dice Tarsicio.
También está el asunto del viento. De ves en cuando Tarsicio revisa la app del celular para adelantarse a él, pues tiene claro que demasiado movimiento provocaría que el dron se mueva demasiado. Para un hyperlapse Tarsicio programa cada determinado número de segundos para la captura de fotos, y al final, él se encarga de mezclarlas en edición.
El problema es que si hay demasiado movimiento, el dron se mueve mucho en los intervalos de tiempo. El dron haría lo posible para compensar, pero al final habría muchas diferencias indeseables entre captura y captura. El resultado es que los movimientos finos se eliminarían, y hacer la mezcla final de finales tomaría mucho trabajo de estabilizar.
"Luce mejor el movimiento, pero todo sale muy movido (...) el dron entre foto y foto trata de compensar todo el viento, va a estar muy movido, no va a tener movimiento tan fino, eso a la hora de estabilizarlo cuesta mucho trabajo"
Varias de los hermosos paisajes captados pasan por entender cómo se mueven las nubes en un valle como es sobre el que está asentado Ciudad de México. Cuenta Tarsicio que por las tardes las nubes se acumulan al poniente, justo por donde se esconde el sol, de manera que aquello dificulta enormemente la tarea de captar bellos atardeceres. Las nubes, dice, suelen subir mucho hacia la zona de la marquesa.
Todos los detalles sobre las condiciones medioambientales las ha tenido que aprender desde antes de que se dedicara a su trabajo como autónomo. "Siempre tienes que poder decirles a los clientes 'va a estar bien' 'hoy hay que acabar rápido porque llueve', te das cuenta, literal la lluvia la hueles, la humedad se siente, no es un tema de de dónde viene el sol o cómo cantan los pájaros".
Tantos años de estudiar las nubes, el sol y la humedad se combinarían para cuando a su cabeza llegó la idea de enmarcar la ciudad, pero con ayuda de hyperlapses. La primera idea de hacer videos con hyperlapses viene de hace casi un año, pero en específico Hyperia es una idea que fue concebida en apenas octubre pasado. El objetivo es claro: contar desde una perspectiva diferente el movimiento de la ciudad, los hyperlapses ayudarían además a proyectar sus dimensiones y su magnitud.
Pero para cuando Tarsicio tuvo la primera idea de la trilogía, la tecnología simplemente no estaba allí.
"Con el Mavic, yo ya había pensado sin llegarlo a ahcer que estaría bueno hacer un video de la ciudad con hyperlapses, y entonces cuando salió el Mavic 2 y vi que tenía esa función y lo probé, dije sí tengo que hacerlo"
Si bien todas las tomas son estupendas, después de ver Hyperia en repetidas ocasiones, me seguía siendo un misterio entender la captura del Popocatépetl en plena exhalación de materiales. Al parecer, un buen fotógrafo (como un buen portero) se hace también con un poco de suerte.
"Le puse que comenzara a tomar las fotos y justo comenzó [el Popocatépetl] a sacar la fumarola, ni siquiera tuve que sacar fotos antes, así como está, así empezó".
La complejidad con el Popocatépetl que se activa al cuadro de Tarsicio, es que a la vez se trataba de un amanecer, de manera que conforme se avanza en la captura, habría que subexponer para no quemar las fotos conforme hubiera más luz.
Duoperia y la conexión de realidades
Si Hyperia se trata del tiempo, Duoperia se trata de las realidades. Una Ciudad en donde el cielo es Santo Domingo y el suelo es Lomas de Chapultepec: Tarsicio ha encontrado en el trabajo de Johnny Miller la inspiración para captar las desigualdades de la ciudad, presentándolas con forma de 'Perspectives', otro trabajo de Sañudo.
Esto es Duoperia.
Tarsicio está asombrado. Lo impresiona el que haya tantos lugares en la ciudad donde solo una barda define estatus y nivel socioeconómico. Santa Fe, la zona del Pedregal son solo unos ejemplos, pero, en Duoperia, ha optado por representarlos tanto en cuadros realistas, como en aquellos plagados de surrealismo, donde las zonas convergen una siendo el cielo y otra como el suelo del cuadro.
Duoperia fue el video que dio origen a la trilogía, con una idea muy sencilla: ocupar la vista desde un dron para poner en perspectiva desigualdades que obviamos en la ciudad. Pero Tarsicio tiene intenciones claras: no se trata de mostrar miseria, se trata de conectar realidades.
La idea, como suele ser recurrente en lo que hace Tarsicio, sucedió cuando el autor dio con la canción que viste el video. Luego de ver el trabajo de Miler y otros, se convenció de que la perspectiva que da un dron ayudaría a representar el problema. "México es uno de los 20 países con más millonarios en el mundo. Pero también es de los 15 en donde hay más gente pobre" se lee al inicio.
"En este mismo lugar me tocó estar y está cañón, obviamente desde los puentes de Santa Fe, pero todavía del lado derecho de los puentes hay una privada, que esa es impresionante porque es pared, pero otros [sitios] los busqué, porque si voy a los que conoce la gente pues no tiene caso".
El enfoque social sin embargo, tuvo precio a nivel artístico. En este afán de mostrar los cuadros tal y como le vinieron a la mente, Tarsicio ha tenido mucho cuidado con que los horizontes estén perfectamente alineados, y que en las tomas sea totalmente cenitales, lo que ocasionó que la variedad de tomas fuera limitada.
Ulteria y la experimentación
Y si Hyperia es sobre el tiempo y Duoperia sobre la realidad, entre ambos Tarsicio ha llegado a la ciencia ficción. Algunos hyperlapses, muchos sitios abandonados, en el video que muestra cómo sería la Ciudad de México siendo habitada por solo una persona.
Esto es Ulteria.
Ulter significa en latín "más allá", aunque puede traducirse como "después". El último de la trilogía de Tarsicio se enfoca en capturar lugares abandonados de la ciudad. Enmedio del proceso, Tarsicio aún tenía la debacle sobre cómo convertirlo en un producto narrativo y no solo contemplativo.
"Un primo que me ha hecho música me mandó una canción (...) le dije, justo estoy haciendo un video, dejame ver en cual queda, y me di cuenta que no quedaba en ninguno de los dos, entonces pensé, ¿por qué no hacer un tercer video con otra perspectiva?"
En Ulteria, Tarsicio es el único habitante de Ciudad de México, y se dedica a contar lo que ha quedado de ella, los atardeceres con nulo movimiento, la ciudad casi sin vida, como es casi imposible pensarla. No está entre sus intereses explicar cómo es que llegamos aquí, solo cómo la ciudad permanece, aún sin su gente.
Si Hyperia se centra en la arquitectura, en la vida y auge de la ciudad, Duoperia en las múltiples realidades en ella, Ulteria es sin duda el trabajo más experimental.
Es inevitable que la plática sobre cómo conseguir las condiciones ambientales más favorables vuelva a relucir al hablar de Ulteria.
"Cuando hay frentes fríos me ayudaban para Ulteria, suelen haber días muy cerrados y fríos, porque tienes el sol en contra, como las tomas del principio, después de eso suelen ser días muy limpios".
Ulteria desafortunadamente es para el que ha tenido menos tiempo de producción. Una gran parte de las tomas fueron hechas en diciembre, y la edición se hizo a marchas forzadas pues los tres videos debían estar listos para el 9 de enero, para su inscripción en el concurso de drones de Nueva York.
En aquel tiempo tan acotado, Tarsicio ha tenido incluso que aprender nuevas técnicas de edición, incluyendo lo necesario para borrarse a él con el efecto de glitch del último cuadro, pero también de eliminar del cuadro muchos otros componentes. A pesar de que ha elegido el 25 de diciembre para salir a hacer la caminata de la última secuencia, se ha encontrado con algunos otros elementos que ha tenido que editar para la versión final.
Conseguir tomas donde la Ciudad de México luzca vacía, no es sencillo. Por ello, el plan de trabajo fue muy preciso: la mayoría de las tomas fueron tomadas en días domingo, muy temprano. El 25 de diciembre fue un día especial, pues Tarsicio aprovechó para moverse libremente, desde Satélite hasta la Zona Rosa.
Pero, cuando lo piensa en retrospectiva, Tarsicio está seguro de que no pudo haber mejor temporada para grabar el material que necesitaba. Los últimos meses en Ciudad de México daban desde días con mucho viento (ocasionando días limpios), días con viento constante (que generan movimiento, especialmente útil para los hyperlapses), y claro, los días con relativamente poca actividad por la temporada vacacional.
Pero si algún elemento hace falta, son sin dudas las tormentas. Constantes y que provocan muchos estragos en la ciudad son un elemento indispensable cuando de contar la ciudad se trata.
Tarsicio no solo tiene el apunte, sino que le ha hecho su próximo trabajo: en el próximo verano se dedicará a cazar tormentas. "En un hyperlapse debe de verse muy interesante, como la nube se convierte en agua, como cascadas", dice con entusiasmo.
El apogeo de la ciudad, la conexión de realidades que conviven, y hasta ciencia ficción, son las historias de la trilogía de Tarsicio que esperan dictaminación para diversas categorías en el festival de Nueva York. Su selección será confirmada a más tardar en los primeros días de febrero.
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