Un investigador ha creado un dispositivo que permite utilizar una Raspberry Pi como una interfaz cerebro computadora, para poder controlar objetos como robots y extremidades mecánicas con acciones tan simples como parpadear, que sin duda recuerda al Neuralink de Elon Musk, no tanto por diseño, sino por el concepto detrás.
El encargado de hacer este nuevo elemento es Ildar Rakhmatulin, un investigador del Imperial College London, el mismo que hace algunos meses creó un láser para combatir a las cucarachas.
El trabajo de Rakhmatulin consta de un complemento especial para las Raspberry Pi, conocido como "escudo", que permite a un usuario convertir una placa única en una interfaz cerebro-computadora, aprovechando su capacidad para medir la actividad eléctrica del cerebro.
Las capacidades de esta placa para Raspberry
Rakhmatulin detalla su trabajo en una publicación de arXiv, donde aborda que la intención de la investigación es desarrollar una interfaz portátil cerebro-computadora. Esta originalmente no contemplaba el uso de la Raspberry, pero luego de que los chips subieran de precio por la escasez, se enfocó en utilizar la Raspberry para que esta funcionara como intermediaria.
El resultado fue el desarrollo de una placa que puede medir electroencefalogramas (EEG), realizar electromiografías (EMG) y electrocardiogramas (ECG) de nombre PiEEG.
En el caso de PiEEG, es capaz de medir y procesar ocho señales EEG en tiempo real, transmitiendo los datos a la Raspberry Pi que puede procesar datos en tiempo real. Entre las capacidades de este dispositivo, dice Rakhmatulin y su equipo, está el poder controlar ratones de juguete simplemente parpadeando.
Una placa eficiente, pero barata
Este dispositivo es de bajo costo, alta precisión y fácil mantenimiento, compatible con los modelos Raspberry Pi 3 y 4, que tienen un precio menor a 100 dólares. Sin embargo el PieEEG tendrá un valor de entre 250 y 350 dólares, siendo aún así más barato que otros escudos EGG.
Además, el código de esta investigación se encuentra disponible en GitHub, pues Rakhmatulin considera que el objetivo principal de su trabajo es poder hacer a la neurociencia accesible para todos, incluso para personas que a pesar de tener interés en el tema, no tengan los conocimientos necesarios.