El gobierno de Japón está decidido a posicionar al país como una fuerza dominante en la industria global de semiconductores, y Tokyo Electron está en el corazón de esta ambición. Con la construcción de nuevas plantas especializadas en equipos de plasma y de deposición, Tokyo Electron no solo está mirando hacia el futuro inmediato, sino que está trazando el camino tecnológico para las próximas cuatro generaciones, según reporta Nikkei Asia.
Aunque la compañía neerlandesa ASML ha sido la pionera en máquinas de litografía de ultravioleta extremo (UVE), Tokyo Electron se ha establecido como un líder en el mercado de equipos de litografía, junto con Nikon y Canon. Esta última ya está preparando la revisión de su máquina de litografía de nanoimpresión, pero es Tokyo Electron la que está marcando el paso, colaborando con gigantes como ASML en las fábricas de semiconductores de Intel alrededor del mundo.
El compromiso de Japón con la tecnología de semiconductores
Japón está demostrando un compromiso sin precedentes con su industria de circuitos integrados, superando en inversión proporcional a gigantes económicos como Estados Unidos, Alemania, Francia y Reino Unido. Con un 0,71% de su PIB destinado a este sector, Japón está marcando un hito en su historia económica y tecnológica.
Este notable esfuerzo se manifiesta en el respaldo gubernamental a empresas líderes como Tokyo Electron, que actualmente está en proceso de construir avanzadas instalaciones en la prefectura de Miyagi. Estas instalaciones, que se espera estén operativas para el año 2025, son un claro reflejo de la visión estratégica de Japón para convertirse en un pilar fundamental en el mercado global de semiconductores.
El plan más visionario de Tokyo Electron en la prefectura de Miyagi se centra en el desarrollo y producción de equipos de grabado de obleas por plasma, que representan lo último en tecnología de semiconductores. Estos dispositivos son esenciales para la creación de patrones precisos en las obleas de silicio, un paso crítico en la fabricación de circuitos integrados.
La destreza de Tokyo Electron en este ámbito no solo es reconocida a nivel nacional, superando a competidores locales como Hitachi, sino que también establece un precedente en la industria global. Asegurando así un lugar prominente para Japón en el escenario tecnológico mundial.
Visión a "cuatro generaciones de distancia"
Según declaraciones de Nobuto Doi, vicepresidente de Tokyo Electron, otra ventaja es que la compañía está inmersa en una colaboración profunda y detallada con sus clientes. Todo con el fin de diseñar soluciones tecnológicas que no solo respondan a las demandas actuales, sino que también se adelanten a los desafíos y necesidades de futuras generaciones. Esta sinergia entre la empresa y sus usuarios está impulsando la innovación a un ritmo sin precedentes.
Adicionalmente, Tokyo Electron está ampliando su horizonte estratégico con la construcción de una planta de última generación en Oshu, ubicada en la prefectura de Iwate. Este nuevo establecimiento se dedicará a la producción de equipos avanzados de deposición de obleas, un componente esencial en la fabricación de semiconductores, así como a optimizar la logística asociada a estos procesos.
Tokyo Electron se ha convertido en un pilar fundamental para la estrategia del gobierno japonés, que aspira a transformar al país en una superpotencia dentro de la competitiva industria de los semiconductores. Gracias a su destacado liderazgo en el campo de la tecnología de fotolitografía, la compañía es la esperanza para posicionar a Japón en la línea de frente de la tecnología de semiconductores.
Es así que esta empresa no solo está preparada para competir en el mercado global, sino que también está destinada a ser reconocida como el equivalente japonés de ASML, asegurando así una "rebanada del pastel" para Japón en el increíblemente competido escenario tecnológico mundial.