Puede que Avengers: Endgame, junto con su predecesora, Avengers: Infinity War, sea uno de los eventos cinematográficos más importantes de la segunda década de los 2000. El final de la Saga del Infinito nos regaló escenas memorables, como aquella en la que los héroes que fueron borrados por el blip regresan para unirse a la batalla final contra Thanos (Josh Brolin).
Sin embargo, en esta cinta Marvel también nos dio escenas un poco... cuestionables, en especial esa en la que una rata (sí, una rata) rescata a Ant-Man, quien había pasado los últimos cinco años atrapado en el reino cuántico.
La rata que salvó al universo
Recordemos un poco en dónde se encuentran los protagonistas al comienzo de la película. Luego de que los Vengadores viajaran hasta el planeta donde se encontraba Thanos tras el chasquido, descubren que es imposible revertir lo ocurrido, pues el titán loco había destruido las piedras del infinito. Los héroes entonces vuelven a la Tierra, donde pasan los siguientes cinco años tratando de continuar con sus vidas pese a la frustración de no haber podido salvar a sus compañeros.
Es entonces cuando el milagro ocurre. En un viejo almacén, vigilado por un distraído guardia interpretado por Ken Jeong (Community), descubrimos la furgoneta de Scott Lang (Paul Rudd). Dentro de esta se encuentra el túnel cuántico en el cuál quedó atrapado. Justo en el minuto 22:31 tenemos una toma del tablero del vehículo y observamos un extraño dispositivo sobre el que camina una rata. El animal, sin saberlo, pulsa los botones correctos y activa el mecanismo que permite a Ant Man escapar del reino cuántico.
¿Un deus ex machina en toda regla? definitivamente. No obstante, sin la intervención de Scott Lang no hubiésemos tenido las grandes escenas de viajes en el tiempo ni la épica batalla que puso el punto final a 11 años de películas. Así que gracias por todo, rata.
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