"El cine fue inventado para él": así elogia Clint Eastwood al único actor del que siempre fue fan

A sus 94 años y con siete décadas de trayectoria que lo respaldan, Clint Eastwood es una de las grandes leyendas de la cinematografía. Tanto enfrente como detrás de la cámara, el veterano cineasta ha sabido navegar entre diversos géneros fílmicos como el romance (Los puentes de Madison), el drama (Golpes del destino) o los thrillers de acción (Harry el sucio).

No obstante, es innegable el legado que dejó para el cine western. Tras mudarse a Italia, participó en la llamada "Trilogía del dinero" dirigida por Sergio Leone. Fue con estos proyectos que el protagonista de Gran Torino se convirtió en un ícono del cine. A pesar de todo este repertorio a sus espaldas, el actor ha sabido reconocer el trabajo de otro artista del que se ha declarado admirador.

En una entrevista del libro Clint Eastwood: Interviews, el director reveló a Patrick McGilligan que su actor favorito y una de sus mayores influencias es James Cagney. Este destacado intérprete neoyorquino ganó un Óscar por su memorable papel en Yanqui Doodle Dandy, una película biográfica de Michael Curtiz, donde encarnó al polifacético George M. Cohan.

"Nunca fui fan de ningún actor particular, excepto de James Cagney. Siempre me gustó el estilo y la energía de Cagney. No tenía miedo".

Nacido en 1899, Cagney fue un actor con una prolífica carrera durante la época de oro del cine estadounidense. Por allá de los años 30, tuvo su apogeo como uno de los pilares del cine negro. Entre sus proyectos representativos, se encuentra The Public Enemy, filme que se convirtió en una de las películas de gánsteres más influyentes de la época.

Otra de las emblemáticas cintas de Cagney es White Heat. Tal es la admiración de Eastwood por el originario de Manhattan, que declaró a Entertainment Weekly cómo la cinta de 1949 y la interpretación del actor, influyeron en la creación de un memorable momento de Harry el sucio.

"Cuando aparece en White Heat comiendo una pata de pollo y disparando a un tipo en el maletero de un coche, piensas: 'Sí, eso es contraproducente, pero en el buen sentido'. La escena de Harry el sucio en la que estoy comiendo un hotdog en ese tiroteo es un robo".

Ya sea un robo o un homenaje, para Clint tiene todo el sentido. Al fin y al cabo, para él, "las películas fueron creadas para Jimmy Cagney, y Cagney fue hecho para el cine".

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