Para los aún molestos con Marvel por la salida forzososa de Edgar Wright de la primera cinta de esta subfranquicia de Disney, descuiden, el enojo ya diluido está por ser olvidado por completo.
Nos queda la curiosidad de que habría sido del Ant-Man de Wright, pero la nueva entrega, con todo y compañera voladora que se ha metido hasta en (la sopa) el título, nos demuestra que Peyton Reed ha sido un digno sucesor, un brillante operador, y que Ant-Man puede vivir sin la influencia de Wright.
Repleta de humor familiar, es tan autocontenida, que el público, aquel que no busca con compulsión en qué nuevo orden ver las películas de Marvel, podrá disfrutarla sin problemas de preocuparse en la matemática de cuántos años han pasado entre aquella y aquella película y cómo se relacionan las pasadas nueve con esta entrega. No se salva de un par de referencias, pero nada complicado que un newbie no pueda entender, sobre todo en estos tiempos que con frenesí desatado ha explotado las referencias ante el muy reciente estreno de la magna reunión de los enmascarados de Marvel.
Quizás, en este alejamiento que exitosamente ha conseguido, pese a estar tan cerca del macro evento y arrollador fenómeno de taquilla de Infinity War, radica la belleza de 'Ant-Man and The Wasp'. En tiempos donde todo es grandilocuencia, preocupación y sufrimiento ("NO ME QUIERO IR SEÑOR STARK") para los fans; aceptémoslo, a las grandes audiencias no le preocupa demasiado el encontronazo definitivo que se nos viene el próximo año.
Reed ya es de la casa
Es notoria el acoplamiento que Peyton Reed denota en su segundo trabajo con la fórmula Marvel y el equipo de Kevin Feige. Hay un gran trabajo de seguir lineamientos de acción, humor y estética. La acción, imparable y muy creativa, benditamente absurda en donde igual protagonizan un salero gigante o un Scott Lang del tamaño de un niño (ojo ahí, Deadpool).
El humor, bobalicón por partes, no por ello es barato. Alejado de aquel de Thor: Ragnarok, y más en sintonía con Guardians of The Galaxy. En la estética es en donde hay cambios más sutiles, forzados principalmente por la expansión de este microuniverso. Mientras que en la primera entrega teníamos muy pocos exteriores al ser una película heist, la segunda obliga a los protagonistas a salir a la calle, y en una progresión natural de la saga, hemos pasado de ser heist a la acción de persecución.
El producto resultante pasa por la realización de secuencias hechas en su gran mayoría en exteriores y de día, que hacen lucir los trajes y los efectos aún mucho más que en su predecesora, que da nuevas posibilidades para la coreografía de la acción, lo que es sumamente sensacional si consideramos el inevitable incremento presupuestal luego del hitazo que Michael Douglas y compañía hicieron en su primera aparición.
Pero si del reparto hablamos, Evangeline Lilly es la prueba de que los roles femeninos necesitan comenzar a cobrar relevancia en el UCM, no por corrección política, sino simplemente porque los personajes son maravillosos. El personaje más interesante de la cinta es el de Hope, que, luego de los sucesos entre la primera Ant-Man y esta, se enfrenta a una debacle de confianza en los otros con la que es muy fácil empatizar. Mitad ello, y mitad la asombrosa Evangeline Lilly que impregna en su interpretación el contraste entre la determinación de Hope y su fragilidad, que, por un momento en la película, estuvo a punto de sacarme una "lagrima Remy".
La increíble liviandad de Ant-Man
La ligereza de Ant-Man pasa por su humor, por su aparente desapego con el resto del macrouniverso Marvel, pero también por su argumento. No estamos ante un poder amenazador que pretenda acabar con la tierra (como vaticinaba uno de los adelantos en un subtitulado nefasto), pero el mismo filme no se toma tan en serio como para tener que atribuir una explicación científica a cada movimiento que dan los héroes.
No es que no las haya, pero las explicaciones son tan superfluas que honestamente no tienen el sentido mínimo. Aún así, no se siente como un desatino del guion, sino que más bien parece que detrás de los lápices se ha pensado que no necesitan robar pietaje a la cinta por juega científica que al final terminará siendo desmentida por algún geek; y mejor, lo que nos tiene aquí reunidos es las ganas de reír y de asombrarnos con esas habilidades maravillosas que los realizadores (Reed incluído) tienen para segir creando el microcosmos de Ant-Man, fiel a sus raíces, y ligera como ella sola.
Últimos apuntes del cast:
- Paul Rudd ya no es Mike Hannigan
- Louis tiene más tiempo en pantalla que en la primera. Si lo amaste allá, lo amarás aquí.
- Michelle Pfeiffer claramente hizo esta película por los "LOLS". Hasta siento que le dieron el guion el mismo día que grabó.
- El personaje de Michael Douglas tiene mucha más relevancia para la cinta; ya era hora puesto que es el Ant-Man original en este universo.
- Le auguro varias apariciones más a Laurence Fishburne
- Como en casi toda comedia familiar, hay algún momento algo pasado de melodrama. Iba preparado, así que evité que al encontrármelo, este fastidiara mi experiencia en la sala.
- AMO A CASSIE
- Hay dos escenas post-créditos. La primera es de infarto.
'Ant-Man and The Wasp' se estrena el 6 de julio a nivel internacional y en México. Tanto Cinepolis como Cinemex tienen funciones de media noche, aunque los boletos ya son escasos en algunos complejos.
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