Un Tribunal federal ha ordenado a la división de Samsung Electronics en Australia pagar 14 millones de dólares canadienses (9.6 millones de dólares estadounidenses o unos 192 millones de pesos), luego de que admitiera haber engañado a los consumidores sobre las capacidades de varios teléfonos de la serie Galaxy para ser sumergidos en albercas y agua de mar.
De acuerdo con el comunicado de la Comisión Australiana de Competencia y Consumidores (ACCC), Samsung realizó entre marzo de 2016 y octubre de 2018, una campaña con afirmaciones falsas de que varios modelos tenían resistencia al agua.
La campaña constó de nueve anuncios publicados en Facebook, Twitter, Instagram, así como sitio web y su tienda, donde se mostraba que los Galaxy S7, S7 Edge, A5 (2017), A7 (2017), S8, S8 Plus y Note 8, eran aptos para su uso en las condiciones señaladas.
Samsung Australia ha reconocido que, efectivamente, si los modelos referidos se sumergen en una alberca o en agua de mar, existe la posibilidad de que el puerto de carga se corroa, pero matizó que ello solo puede ocurrir si la carga se realiza mientras el equipo todavía está mojado.
A pesar de saber del problema, siguieron los anuncios
Por su parte Gina Cass-Gottlieb, presidenta de la ACCC, señaló que las afirmaciones de la resistencia a al agua de Samsung Australia fue un punto de venta importante para estos teléfonos, que lograron colocar en el mercado más de 3.1 millones de unidades en el país.
Muchos consumidores que compraron un teléfono Galaxy pueden haber estado expuestos a los anuncios engañosos antes de tomar la decisión de comprar un teléfono nuevo
Gina Cass-Gottlieb, presidenta de la ACCC
La presidenta de la Comisión también comentó que se revisaron "cientos de quejas de consumidores que experimentaron problemas con sus teléfonos", luego de que estos se vieran expuestos al agua, y en muchos de los casos, reportaron que dejaron de funcionar por completo.
El problema no es nuevo para Samsung. Según el reporte de la ACCC, desde antes de su lanzamiento, Samsung Electronics buscaba mitigar los efectos de la corrosión en el puerto de carga luego de la exposición al agua, sin embargo, la campaña de marketing de la empresa en Australia continuó con la promoción de los modelos en albercas y agua de mar, a pesar de la posibilidad de que estos se dañaran.
Samsung pudo salir peor parada con las sanciones
Con esto se cierra un proceso que inició en 2019 contra Samsung Electronics Australia por las representaciones falsas y engañosas sobre la publicidad de la resistencia al agua de varios de sus teléfonos.
Afortunadamente para la compañía, la mayoría de las conductas de Samsung ocurrieron antes del aumento en las penas máximas por el incumplimiento de la Ley del Consumidor de Australia, de lo contrario habrían recibido una mayor sanción.
La propia ACCC también hace una invitación a aquellos consumidores que compraron alguno de los modelos afectados por corrosión, que se comuniquen con Samsung Australia.
Ver 2 comentarios