Dos de los teléfonos más esperados de principios de año fueron presentados. Samsung y LG quieren conquistar el mercado de la gama alta con propuestas totalmente diferentes: Galaxy S7 con una bastante conservadora rescatando características que había perdido en el paso de los años, y LG atreviéndose, por primera vez, con un diseño modular que se adapta a diferentes necesidades.
En México nos toca esperar un poco para recibirlos de manera oficial, pero eso no significa que tenemos que esperar a su llegada al país para conocerlos a detalle.
Tenemos a nuestro equipo de España cubriendo de forma presencial el MWC 2016, así que aprovechamos esto para tener una toma de contacto, a lujo de detalle, con ambos teléfonos. Todo con el fin de darle un vistazo de fondo a cada una de las características con las que compiten.
Galaxy S7 y su propuesta conservadora
Como lo decíamos, el Galaxy S7 viene con una propuesta bastante conservadora, sin embargo, hay que destacar las dos capacidades que rescata de modelos anteriores: la resistencia al agua y la ampliación vía microSD.
En tema de pantalla nos quedamos con un panel similar al del modelo del año pasado, aunque no podemos omitir el crecimiento de diagonal que tuvo el modelo Galaxy S7 Edge. Una característica que se está estrenando, es la pantalla siempre encendida, algo que habíamos visto en otros teléfonos pero que ahora parece ser base para la gama alta.
Del hardware poco podemos decir. Desconocemos qué modelo del Galaxy S7 llegará a México, pero sea cual sea, se promete una mejora en rendimiento importante respecto a la generación anterior. Aquí hay que mencionar que dependiendo de la versión variará la capacidad de la batería.
El Galaxy S6 fue referencia durante 2015 en temas fotográficos, y en la nueva versión se pretende mejorar —aún más— la calidad de las capturas. La apuesta va con un sensor de menos megapixeles, pero fotodiodos más grandes, y un sistema de enfoque por detección de fases que utiliza todos de pixeles del sensor.
G5 y su atrevido diseño modular
LG nos había dicho que su nuevo G5 no sería tan sólo una evolución del G4 que vimos el año pasado, sino una propuesta totalmente nueva y diferente, ¿lo cumplió? sí, y de forma impresionante.
La surcoreana se aleja de la lucha de especificaciones, hardware y más, para ofrecer como característica más interesante un sistema modular con el que se pueden ampliar sus capacidades. ¿Eres fotógrafo? tienes un módulo con controles físicos manuales; ¿te gusta escuchar música en Hi-Fi? un módulo le agrega soporte de audio en alta resolución.
Este tipo de diseño modular también le permite mantener una característica agradecida por muchos usuarios: la posibilidad de cambiar la batería. Pese a tener un diseño totalmente metálico podemos acceder con facilidad a la batería para cambiarla.
LG no podía omitir mejoras en su apartado fotográfico, y aquí lo hacen con un sistema de dos sensores con el que prometen mejorar el ángulo de captura. No sabemos qué implicaciones tenga dicho sistema en temas de luminosidad, pero lo que sí es seguro es que podremos hacer zoom sin perder calidad en las escenas.
La pantalla "siempre encendida" también llega a este móvil, pero, a diferencia del Galaxy S7 con su panel AMOLED, LG tuvo que diseñar un sistema de control de retroiluminación que sólo encendiera una pequeña sección del panel LCD.
Con estos dos teléfonos inician la lucha por la gama alta 2016, una lucha que ya no sólo se definirá por las especificaciones, sino por las capacidades únicas que cada fabricante ofrezca. Nos toca esperar a que lleguen a México.
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